31 de diciembre de 2009

CHAU 2009 - BIENVENIDO 2010

FELICES MOMENTOS
2010 para todos!!!

Brindo por todos ustedes, lectores, amigos... por el camino compartido juntos...

Gracias por estar ahí!!

Todo lo vivido este año, me dice que seguiré adelante, compartiendo mis historias, mis noticias, dándole vida a este Blog.

Y en 2010...seguiré jugando con las palabras y caminando este camino de ser escritor.

Y recuerden... no se peleen..no discutan...la vida es corta y vale la pena ser vivida.

Lo que es puede llegar a ser...Como te ven te tratan y se te ven mal... ¡Te maltratan!! Hasta el año que viene... Chau chau...

24 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD 2009


Un mundo de paz es posible, si cada uno de nosotros busca y siembra la paz.

Dios llegó al mundo, en la dulzura de un niño.

Dios llega al mundo en cada niño que nace, en nuestros pesebres de hoy.

¡¡Feliz Navidad y un Año 2010!!


¡¡Gracias por ESTAR AHI!!




MG.

20 de diciembre de 2009

VISITA A COLEGIO DE MAR DEL PLATA

Comparto fotos y escrito, de mi visita al Colegio Gianelli de la ciudad de Mar del Plata, el 3 de diciembre de 2009.

http://cartelerasanpablo.blogspot.com/2008/12/martin-gozdziewski-en-el-colegio-san.html

19 de diciembre de 2009

QUE TENGAMOS PAZ, QUE HAYA PAZ.


Se va un año más, como siempre, con todo lo bueno y lo malo que nos dejaron los días. ¡Qué año Argentina! Crisis, inseguridad, robos, caos, tensión, violencia, muerte. ¡Si contase la cantidad de veces que las oí en los noticieros! Palabras que forman un ramo de flores negras marchitas.

Es diciembre, llegamos al mes final. Ya comienzo a sentir las Fiestas que se aproximan, y sobre todo la Navidad.; y entre recuerdos y sentimientos amanece una palabra breve pero tan grande como el sol: PAZ.

Toda persona de bien anhela la paz y la construye día a día, gesto a gesto. Estamos violentos los argentinos, en nuestros actos, en nuestro uso de la palabra. Vivimos apurados, a mil, negativos, quejosos. Corremos diariamente una carrera de Fórmula Uno, y la velocidad no nos deja ver hacia los costados, no nos deja disfrutar del camino: sólo vemos la meta final, y la mayoría de las veces, no sabemos claramente a dónde queremos llegar.

Todo esto nos aleja de la PAZ. (la pongo en mayúsculas y en negrita para reivindicarla porque anda con el corazón con agujeritos, la pobre). Vivimos un año de confrontación continua, tal versus tal, en los programas de la tarde, y ni hablar de los noticieros: todos contra todos, una pelea tras otra, sin respiro; se renuevan los enemigos pero la pelea sigue vigente y se transforma en un deporte nacional. Si haciendo escándalo, se llama más la atención, entonces la culpa es de todos los que nos quedamos consumiendo el escándalo.

“Donde haya odio, ponga yo amor”, dice San Francisco de Asís en su oración por la paz.. Quiero una flor blanca de paz, en medio del ramo de flores negras marchitas. Para que haya paz, primero, debo estar en paz conmigo mismo.

Se vienen las vacaciones, tiempo para el encuentro con uno mismo y los demás, tiempo para ordenar nuestros pensamientos, y hacer balances. Tiempo libre para escuchar mi voz interior, para encontrar la paz, que está ahí en un rincón esperando volar, y que cuando sale, se nota en la mirada y en la sonrisa.

“Noche de paz, noche de amor, todo duerme en derredor, entre los astros que esparcen su luz... brilla la estrella de paz”. Que haya paz. Paz interior de todos, y de cada uno de nosotros. Paz en sociedad. Construyamos la PAZ, dentro de estas guerras diarias sin armas, pero guerras al fin y detengamos las confrontaciones que no llevan a nada. Necesitamos sembrar flores de luz entre tantas flores marchitas y secas.

Cuando vamos a misa, nos damos la PAZ. Todavía no pierdo la esperanza de un mundo en el cual todos nos demos la mano y estemos en paz, y no sólo por “la tregua” de las felices fiestas.

Es diciembre, nace Jesús, la paz hecha niño, la divina paz, la paz más sublime, la paz de unos ojitos de niño, de una pequeñez que florece al mundo.

Busquemos la paz, tengamos paz, que haya paz. Hoy, más que nunca.... Que la PAZ esté contigo, y con tu espíritu.

Periódico Mensual Diálogo. Edición 185. Diciembre 2009. Mi columna “Enfoque joven”.

9 de diciembre de 2009

Feria del Libro Mar del Plata ‘09 (DESPEDIDA)

O8/12. Se va la 5ta edición de la Feria, Mar del Plata, Puerto de lectura. Se extendió un día más por este día feriado y decidí quedarme hasta el final, para vivir los últimos momentos mágicos.

La ciudad ya se vistió de Navidad. Hoy, día de la Inmaculada Concepción, es el día en que se arma el arbolito.

¡Cuántas cosas deja una feria! Momentos inolvidables para atesorar. Yo me sorprendo, ellos se sorprenden, nosotros nos sorprendemos.

Fueron días enriquecedores, conociendo una nueva librería San Pablo, que antes me parecía tan lejana, y hoy conozco a su gente y el trabajo de cada día, aquí, en la ciudad balnearia, en la ciudad de la costa atlántica, en la ciudad feliz. Fueron días intensos, de charlas en la mesa sobre mis libros y charlas de las otras - las mejores- esas que la gente te cuenta al pasar, de manera fugaz, pero que dejan huella.

Fueron días en los que viajé a países lejanos, a través de la música del mundo y fui entrando en clima navideño escuchando villancicos.

Cuando las cosas están llegando a su fin, uno comienza a repasar todo en imágenes mentales.

Tanta gente nueva, tantas palabras de aliento, tantas anécdotas, tantas historias en la mesita que fue armada para firmar mis libros, pero que logró transformarse en un mundo entero, mi mundo.

Hemos salido los tres (mis libros y yo) a pasear, a que la gente nos conozca, a contarles quiénes somos y cuando nacimos.

Mañana, a esta misma hora, la feria no estará más, esta mesita tampoco y los libros volverán en sus cajas a las librerías. Quedará el salón vacío, de este magnífico Hotel Provincial, a orillas del mar.

Los famosos lobos marinos, allá afuera, inmóviles en la rambla de la Bristol, esperan como siempre, ser retratados por los miles de turistas, una y otra vez. Y el mar y la playa esperan un nuevo verano, el 2010, que ya está por comenzar.

¡Yo me llevo tanto!. ¡Sí que valió la pena viajar hasta acá!. Tengo el alma llena. Tantas miradas, tantas sonrisas… ¡Tantos pequeños grandes gestos!

Una gran cosecha de recuerdos, de emociones, de aprendizajes. Por siempre y para siempre. ¡Hasta la próxima, Mar del Plata! Ahora sé bien, por qué te llaman “Feliz”.

7 de diciembre de 2009

FIN DE SEMANA EN LA FERIA (Domingo)

¡Qué lindo son los Domingos! Las familias completas recorren las ferias, lentamente. Caminar y dejarse atrapar por la tapa de algún libro o encontrar aquél que ya estaban buscando de antemano. Todo transcurre más lento. Claro, es domingo.

Quedan pocos días de feria. Comienza el final, dirían por Telefé.

La feria está llenísima. Al llegar me cuentan que desde las dos de la tarde estuvo así, movidita. Mucha gente vuelve de la playa y recorre la feria. Es fácil darse cuenta, con sus rostros flechados por el sol y los bolsos playeros.

Hoy fue el día de los calendarios 2010 y las agendas. La gente ya empezó a darse cuenta que se va el 2009.

Tuve más visitas que nunca. Algunos me confunden con mesa de informes y me preguntan donde queda el baño o donde queda la Sala tal…

En el stand, además de los ya infaltables, Guillermo y Marisa, está Luis, el director de la librería.

Yo disfruto muchísimo el estar acá, charlar con la gente, encontrarme con la gente, ver el otro lado de los libros.

Historias en la mesa

Facundo, de 12 años de edad, llegó al stand acompañado por su papá. Me dijo que buscaba el libro, Cuentos educativos para jóvenes, de Mateo Bautista.

- Sí, le digo. Es el de la rana y la rosa en la tapa.

Luego se quedó mirando mis libros, detenidamente. El papá le pregunta si quiere llevar también los míos, “aprovechando que está el autor”.

Facundo es un lector entendido en el tema, conoce muy bien la “colección verde”, y ya tiene varios.

Se los dedico de manera especial, deseándole que ¡Todos tus sueños se hagan realidad!.

Luego nos sacamos una foto, con el celular del papá. ¡Qué bueno está este domingo!

Historias en la mesa 2

- Soy evangelista, pero en el cielo no importa eso - me dijo un hombre simpático, cuando se acercó a ver mis libros. Estuvo bastante tiempo mirando los libros del stand y las Biblias, detenidamente. Llevaba puesto un sombrero.

Me contó que hacía radio y era muy amante de los libros y del estudio en detalle de los mismos. Se consideró fanático del autor alemán, Anselm Grum. Lo conoció en persona, cuando visitó Buenos Aires.

– ¡Tiene tantos libros! – agregó su mujer.

Charlamos largo rato. Y se despidió con unas palabras que me dejaron pasmado. Demasiado justas, como si me conociera de siempre.
- Seguro no sabrás que estás haciendo acá. Por momentos no vas a entender mucho. Pero Dios, tarde o temprano te va recompensar, vos todavía no sabés, no te lo imaginás…
- Sí… ya agradezco el poder estar acá – le contesté.
- Seguí adelante, vos todavía no sabés, no te lo imaginás – repitió. Y se alejó con una sonrisa caminando con su mujer.

Mis libros y la gente

¿Para qué edad son? ¿Los escribiste vos? ¿De veras? ¿Sos marplatense? … ¡Ah! ¡De San Nicolás!…Si, fui a San Nicolás a visitar el Santuario.
¿Qué diferencias tienen los dos libros? ¿De qué tratan? ¿Para un chico de 14 irán bien? ¿Son para varón o para mujer?
Como regalo de comunión… ¿qué opinás? Los llevo para trabajar con los chicos de Confirmación. Los llevo para trabajar en el aula. Los llevo de regalo para Navidad, para mis nietos.
¿Cómo empezaste? Llevo uno… hay que apoyar a los jóvenes que recién empiezan.

FIN DE SEMANA EN LA FERIA (Sábado)

Arranca el último fin de semana de la feria. La ciudad feliz comienza lentamente a entrar en clima de temporada. Ya varias obras de teatro han estrenado, días atrás.
Mar del Plata tiene una doble identidad: con o sin turistas. Me llama mucho la atención descubrir la ciudad en esta época, cuando es mucho más Mar del Plata que nunca.
Diciembre comienza a recibir a “los de afuera”, a los turistas, al motor de muchísimas fuentes de trabajo. El verano 2010, está cerca.
Al llegar a la feria, la mayor cantidad de público se nota a simple vista.
Veo pasar a gente de todas las edades, cargadas de bolsas con libros y me pregunto que dirían, si estuvieran aquí, todos aquellos autores que opinan que libro, está próximo a desaparecer.

Historias en la mesa.

Por la mesa, que ya es como mi casa, pasan muchas cosas. Muchas anécdotas para guardar, muchas charlas al pasar, muchas historias para escuchar.
Manuel – me entero de su nombre cuando luego, le firmo el libro - , de 12 años, pasaba caminando con su familia. Señaló mi libro, el de la zapatilla en la tapa, y dijo que lo conocía.
¿Te lo dieron en el Colegio? – le pregunto. – No, me dice él. ¿Te lo compró alguien? – No, me contestó. Rápidamente se me acabaron las preguntas.
Luego, me develó el misterio: el libro era de su hermano, y se lo había sacado para leer. ¿Y qué te pareció el libro? – le pregunto. – Que te enseña muchas cosas - me contestó, así de simple y claro.
Me quedé sin palabras, ante esa espontánea definición de un chico. ¡Si hubiera contestado eso!... cada vez que me preguntan ….¿de qué tratan los cuentos?.
Todos los días se aprende algo. Hoy vino a mi la espontaneidad de un chico, para hacerme recordar, que todo es más simple de lo que creemos, y que los complicados, somos los grandes.
También, me quede pensando, en que los libros, a veces viajan así, de mano en mano, de amigo a amigo, de un hermano a otro. Viajan y viajan, haciendo caminos mágicos.

Un soñador en la feria. Escritor y trotamundos.

Lo he visto todos estos días desde el stand. Decido acercarme a ver de qué se trata. De lejos veo una bici altísima y de color naranja, y un mapa gigante.
Voy hasta el medio del pasillo, donde él está hablando con la gente que pasa.
En el suelo, a un costado de la bici, hay fotos: “Me financio el viaje con las fotos y el libro”- le cuenta a una familia, este marplatense, llamado Juan Pablo Villarino.
Su libro, que reúne sus historias de “un viaje a dedo por Irán, Irak y Afganistán”, se titula “Vagabundeando por el eje del mal”.
Todo su viaje, de 2005 a 2008, fue a dedo. Recorrió Europa, Medio Oriente y Asia. Veo el sorprendente recorrido marcado en el mapa. Es tan fácil decirlo... contarlo… pero ¡hay que hacerlo!
- La bici, es para el recorrido que voy a hacer por Sudamérica - me cuenta.

Juan Pablo, me hace acordar a mi amigo Nacho. Se parecen físicamente y “soñadoramente”. A Juan Pablo le cuento que Nacho, que es de San Nicolás, como yo, se le dio por venir a Mar del Plata, un día, en su ciclomotor. Y de ahí no paró nunca más hasta llegar a países lejanos.
- Sí, es un sueño - me contesta cuando le pregunto a Juan Pablo, como vive todas esta travesía.

Juan Pablo, tiene la misma sonrisa de soñador que mi amigo Nacho. Yo lo felicito por soñar y vuelvo al stand. El sigue contando sus viajes, entre las fotos, su libro y la bicicleta gigante.

Juan Villarino: www.acrobatadelcamino.com
Nacho García:
www.en50.com.ar

4 de diciembre de 2009

Feria del Libro. Mar del Plata 2009 (DIA 2)

Jueves. La Feria abre a las 10 de la mañana, para que puedan visitarla los Colegios. El día amaneció soleado y pude ver por primera vez el mar, la arena y la ciudad bañados de sol.
La feria parece otra. Chicos y chicas que vienen y van, enérgicos, dando vueltas, sin parar, de aquí para allá.
¡Silencio 5to B! ¡Una fila dije! ¡No veo una fila! – se queja la seño. Las “blancas palomitas” están incontrolables.
Todo lo ocupa el lindo bullicio de los alumnos. El stand se ve invadido por ráfagas de chicos y chicas. Dos chicas se pelean para ver quien se queda con los señaladores y las Hojitas del Domingo, como obsequio. Damián, empleado de la librería, intenta controlar el “terremoto” infantil.
Un chico pasó por la mesa donde estaba y me dijo: ¿Estos de qué son? – señalando mis libros. – De frutilla y de limón - le contesto en broma, pero con cara de serio.
Antes de que se aleje con sus compañeros, le aclaro que son “De cuentos, que escribí”. Y se va riéndose.
Es un lindo encuentro el que se da entre los chicos y los libros. Un encuentro necesario. Celebro eso, entre tanto mundo audiovisual y virtual.


Visito el Colegio San Antonio Gianelli.

A la una de la tarde, fui hasta la librería San Pablo. Todos se turnan para no desatender la librería mientras dura la feria.
En mi interior ya se comenzaba a manifestar la ansiedad. Los alumnos de 6to año A y B, me esperaban en el Colegio San Antonio María Gianelli, en otra punta de la ciudad..
- Es un colegio grande y usaron tu libro todo el año, me cuenta Leonardo, otros de los empleados de la librería, quien será el encargado de acompañarme en esta nueva aventura.
Mientras íbamos en viaje, experimenté otra vez, esas sensaciones del comienzo, de 2005, cuando salió Cuentos jóvenes… ¡No lo puedo creer! ¿Qué pensarán en este momento? Pasa el tiempo, pero con cada colegio que visito, todo vuelve empezar.
Entramos al cole y nos indicaron que nos estaban esperando. Atravesamos un pasillo largo y entramos al salón de actos. Allí estaban, todos sentados, mirando hacia la puerta, con sus ojos llenos de expectativas. Tenían en sus manos, mi segundo libro, Cuentos con mirada joven y en sus caras dibujada una sonrisa.
Las seños Teresa y Hna. Mónica, me dan la bienvenida. Y los casi 70 chicos y chicas no paran de mirarme, esperando en silencio, que comience a contarles mi historia.
Uno a uno, fueron preguntando… en qué te inspirás…cuándo empezaste… qué cuento te gusta más… y muchas preguntas más.
Luego ellos me contarán sus cosas, y yo les iré contando como nacen los cuentos.
La seño Teresa, me cuenta que con el cuento “Los dos reflejos”, armaron un juego con espejos, para que los chicos se conozcan más a sí mismos.

El libro fue utilizado en el proyecto “CONOCIENDONOS.”, me cuenta Teresa. Luego les cuento un cuento. Indefinilandia..Se ríen mucho con ese cuento.
Me despiden con un aplauso que me llena de emoción y luego forman una fila para que les firme los libros.
Aún no comprendo ese acto de firmar, pero lo tomo como un recuerdo que les dejo, para que algún día, cuando crezcan, recuerden a un joven soñador, que escribía cuentos.
El viaje de regreso, fue en silencio, pensando en todo lo vivido, y mirando, una y otra vez, una tarjeta que me regalaron, acompañada de una medallita de San Antonio María Gianelli. Y para mí no hay mayor premio que ese… un gracias escrito en una tarjeta.

3 de diciembre de 2009

Feria del Libro. Mar del Plata. 2009. (Día 1)

El sueño continúa, todo vuelve a comenzar. En esta ocasión mis libros de cuentos me trajeron hasta la ciudad de Mar del Plata. La “ciudad feliz” tiene su Feria del Libro, la 5ta edición, “Mar del Plata Puerto de Lectura”. Libros y mar ¿Qué más se puede pedir?

Llego a la feria, que queda en un salón del Gran Hotel Provincial, que durante años estuvo cerrado por reformas y ahora está quedando más lindo que nunca. El año pasado, se eligió otro lugar de este mismo Hotel, para realizar la 4ta edición. Y las anteriores ferias, se realizaban en una carpa, en la Peatonal San Martín.

Hacia el final del salón de la feria, a través de los vidrios, puedo ver el mar con toda su majestuosidad, con toda su fuerza. Yo llego con toda la emoción de saber que me voy a encontrar con los lectores, ese momento mágico, único, enriquecedor.
Cuando entro al salón, busco con la mirada el stand de la librería San Pablo, mi destino.
Son muchos stands, pero lo encuentro rápidamente.
Allí me esperaban Luis, director de la librería marplatense y sus colaboradores durante la feria: Guillermo y Marisa.
Si las librerías son templos, los stands de feria son templos móviles que salen al encuentro de la gente. Y yo estoy feliz de ser parte de este encuentro.
Nos saludamos, les cuento un poco mi viaje desde San Nicolás y minutos después, me siento junto a mis dos libros. Estoy lleno de alegría y energía. ¡Aquí vamos de nuevo!

La gente pasa y pasa. Las Ferias me encantan, los libros son los protagonistas.
Una señora se acercó, atraída por el título, Cuentos jóvenes para jóvenes. No son para mí que ya estoy vieja, me dice, en forma de chiste. Luego con sorpresa me dice: ¿Lo escribiste vos?
No sé por qué, será por al edad, o porque no tengo cara de escritor, la cosa es que no suelen creerme al principio. Tampoco aparece mi foto en el libro y eso lo hace más misterioso aún.
La señora me hace preguntas y le cuento que siempre me gustó escribir, que cuando tenía doce años le envié mi primer cuento, una fábula copiada de un librito, a Juan Carlos Pisano, quien lo publicó en la Hojita de los Niños.
Cuando vi mi nombre allí, sentí una gran emoción, una sensación especial, que me indicaba, sin saberlo, el inicio de un camino.
Después de charlar unos minutos y de hojear el libro otros tantos, la señora se llevó mi libro y se alejó con una sonrisa y unas palabras de aliento, para que siga adelante.
Más tarde, mientras sonaba en el stand un cd con villancicos, llegó una chica acompañada por su papá.
Estuvieron largo rato buceando entre libros, hasta que se acercó y me dijo: llevo los dos libros tuyos, uno para ella y otro para mi otro hijo. Melina, me miraba con una sonrisa tímida. Mi otro hijo, Facundo, está en una edad difícil, tiene 14 años - me contó el padre. Yo por dentro pensé que en realidad, todas las edades son difíciles.
Les explico que cada historia incluida en los libros es una experiencia vivida, propia, pero disfrazada de cuento. Son historias para pensar.
Cuando se van, luego de haberles dedicado los libros, me quedo solo en la mesa, y aprovecho para escribir esto. Pienso en esta cosa extraña y casi mágica que tienen los libros: ellos están ahí, inmóviles, son parte de un Martín que ya creció. Se llevan una gran parte de mí, pienso.

Para mí pasa el tiempo y ellos están allí, contando esas historias que son las mismas cada vez, pero que se renuevan con cada lector que se encuentra con ellas.
El mar allá cerca, va y viene con su oleaje continuo, acariciando la arena. En el stand suena ahora la Navidad en la Quebrada.
Yo termino mi primer día sabiendo que esto recién comienza. Mañana será otro día de Feria y lo más especial: la visita a un colegio.

16 de noviembre de 2009

En este mundo de almas que vienen… y se van

En memoria de Gabriel García y Pablo Fischer

Escribo esta columna luego de una semana en la que «me pasó de todo». Fueron días de emociones, muy pero muy opuestas.
En verdad, quise evitar escribir sobre este tema; –¿vas a escribir sobre algo tan feo?– me dijo alguien y dudé un poco.
Pero finalmente, aquí estoy. Tal vez escribiendo me sienta un poco mejor, y desde el sentir pueda transmitir algo, porque siempre algo queda. Al menos mi idea es esa: aprender de cada cosa que vivo.
Al comienzo de octubre, se acercaba el día de mi cumpleaños y algunos me preguntaban si lo iba a festejar. Contesté: «la verdad me da lo mismo... veremos qué hago». Sinceramente soy de evitar los festejos de cumpleaños, aunque contradice con mi manera de ser, tan sociable.
Pero la vida tiene cosas inesperadas y una tarde de octubre me pegó un cachetazo. Llegó mi madre de la calle, conmovida ante una noticia: Gabriel, mi amigo de la infancia, había tenido un accidente en la autopista mientras entrenaba en su bicicleta. Hasta que lo confirmamos traté de pensar que no era cierto y que, seguramente, habría un error.
Hacía mucho que no compartíamos la vida, pero solíamos cruzarnos por la calle y saludarnos con una sonrisa. Siempre que veo a alguien que me trae recuerdos lindos -y más aún si estos son de la infancia- se me dibuja una sonrisa en el rostro.
Costó y cuesta asimilarlo. Se nos fue un chico tan bueno, tan responsable. Entre las personas que lo querían y lo conocían bien, escuché de manera repetida: «Habiendo tanto atorrante vivo...».
Justo por esos días nos había dejado la gran cantora Mercedes Sosa, y yo había estado siguiendo el funeral, su vida y las opiniones de los artistas. Alejandro Lerner habló sobre el legado de la Negra, de todo lo que dio y de todo lo que dejó. Y luego agregó una frase que me quedará grabada para siempre y que decía que vivimos en un mundo de almas que vienen y se van. Es cierto eso, me dije. Tarde o temprano todos nos vamos. Y al instante pensé en mi sobrinita Clarita, quien llegó hace unos meses, haciéndome redescubrir el milagro de la vida.
Gabriel dejó este mundo y para encontrar consuelo pensé que, al menos, se fue haciendo lo que más quería, su pasión, andar en bicicleta.
Luego de todo esto, llegó la Feria del Libro de San Nicolás, algo muy esperado por mí. Fueron días de felicidad plena, de mucha energía, haciendo lo que más me gusta que es estar con mis libros en una mesa, y compartirlos con la gente que pasa. Mucha gente conocida, mucha gente nueva. Todo lindo, maravilloso. Mientras tanto el día de mi cumpleaños se iba acercando y yo agradecía a Dios, el cumplir un año más, haciendo lo que más me gusta hacer.
En un momento tomé mi segundo libro como para hojearlo, como quien mira un álbum de fotos viejas. Hay un cuento en el cual utilizo la frase «¡feliz viveaños!», en lugar de ¡feliz cumpleaños!
En ese cuento quise expresar que cada año debe ser vivido y no meramente cumplido. Me enojé conmigo mismo por renegar del festejo de mi cumpleaños después de haber escrito eso.
Estaba allí con mis libros, en el stand, muy contento, cuando me dieron una noticia terrible. Una ex compañera del colegio, luego de charlar un rato y ponernos al día, me contó que, hacía unas horas, había fallecido un amigo. Pablo, una gran persona, un gran amigo que logró ganarse mi amistad, con apenas conocernos, hace algunos años.
No fue un accidente, fue algo repentino. Sentí que no tenía consuelo. No creía lo que estaba escuchando. Intenté contener el llanto y seguir con la cabeza puesta en la feria, tratando de pensar que no me habían dicho nada. Delante de mí estaba de pie una niña, con una gran sonrisa, esperando que le dedicara mi libro. Y decidí seguir adelante.
Sentí bronca, impotencia, desesperación. No podía ser real lo que estaba pasando. Luego me preocupé mucho por los que quedamos... porque en definitiva, los que quedamos somos los que tenemos que seguir adelante, viviendo.
Durante esos momentos, me di cuenta de que cada persona reacciona ante la muerte de manera distinta y que no estamos demasiado preparados para enfrentarla. Cada uno tiene sus tiempos para aceptar la pérdida, para llorar la pérdida, para aceptar que la vida continúa.
Sé que se han ido al cielo, que ya están gozando de la otra vida, que esto es, según mi fe, una fiesta, pero me cuesta mucho, demasiado, aceptar que se han ido. Necesito tiempo para superarlo, para pensar. Sí, tiempo, meditación, oración. Tiempo para recordarlos.
Mi cumpleaños llegó un día después de que despedimos a Pablo.
Mi cumpleaños llegó con casi nada de ánimo para festejar. Pero ese día, a pesar de todo, fue muy especial. Viví todo como nunca antes. Después de tanta muerte... ¡di tantas gracias por ese año más! Por ese festejo, por esa reunión, por la gente linda que tengo al lado.
No es que quiera sacar una enseñanza de todo, ni que pueda explicarlo todo, simplemente miré la vida con otros ojos, y eso de que «cada día es un regalo», dejó de ser una mera frase linda y armada.
Estos días cuando me preguntan como ando, digo que bien y mal, que soy como dos personas en una misma, porque no dejo que una cosa, me impida sentir la otra. Sufrí mucho. No pude dormir. Seguí adelante. Llegó la feria. Coseché momentos de felicidad. Volví a sufrir un golpe bajo. Llegó mi cumpleaños. Muchas cosas, todas juntas.
No tengo explicación aún, ni tanto consuelo, pero comienzo a entender que somos eso que dije antes: almas que vienen y se van. Los que quedamos tenemos que seguir adelante, recordando a los que se fueron, con lo mejor que ellos nos han dejado. Me da un poco de alivio pensar que no se fueron del todo, que de ahora en más, estarán conmigo cada día, siempre presentes, eternizados en mi recuerdo y en mi corazón.

Periódico mensual Diálogo. Edición 184. Noviembre 2009. Mi columna "Enfoque Joven".

23 de octubre de 2009

Feria del libro San Nicolás 2009

Del jueves 8 al lunes 12 de octubre, en las instalaciones de la Estación de Trenes de San Nicolás, se realizó una nueva edición de la Feria del Libro.
Este es el segundo año que se realiza en la Estación y en el recuerdo quedaron las ferias realizadas en la querida Escuela Normal. Como alumno y colaborador primero, y como escritor después, tengo la dicha de haber asistido a cada una de las ediciones de la feria, desde sus comienzos en el año 1996, cuando iba al 1er año de la secundaria.
Este año, estuvo mucho mejor organizada y cuidada en su estética y aumentó la cantidad de público que concurrió, sobre todo en los días domingos y lunes. También hubo mayor participación de artistas que empiezan a respetar esta nueva feria, como un nuevo espacio donde mostrar su arte.
La Feria, más allá de la discusión de si es una feria del libro o de la cultura, es un encuentro, y celebro que este año el encuentro haya sido mucho más masivo, y en ese lugar tan particular como la Estación. Fue un encuentro en donde el libro es el centro y las demás disciplinas giran en torno a él.
En mi caso, al pertenecer al barrio de la Estación, destaco con orgullo esta buena noticia: que hayan limpiado, arreglado, recuperado un lugar perdido y abandonado durante tantísimo tiempo.
Años atrás solía recorrer la vieja estación para recordar mis tiempos de infancia y me daba mucha, pero mucha tristeza tanto abandono. También un poco de bronca porque en otras localidades vecinas estaban recuperando las Estaciones de ferrocarril como Centros Culturales y nosotros seguíamos mirando hacia otro lado.
En tiempo de tanta mala noticia y confrontación, quiero decir que me gustó la feria y que aliento a que crezca cada año. Como siempre, hay cosas por mejorar, pero si sabemos escucharnos, la podemos mejorar entre todos.
A diferencia del año pasado, noté muy buena onda en la gente, y no tanta crítica destructiva.
Algunas de las cosas para mejorar, que salieron de mis charlas al pasar: - mayor difusión a través de afiches en las calles y en las escuelas. lograr que los colegios vuelvan a la feria, porque hemos perdido la relación de los alumnos con los libros. - Un espacio más amplio para los libros, para que la gente pueda navegar mejor, y encontrarse verdaderamente con la lectura, con stands que inviten a leer.
A todos los que pasaron por el stand de San Pablo, va mi agradecimiento por tanto aliento, dándome energías para seguir adelante. A todos los que pasaron un ratito a charlar conmigo, los llevaré por siempre en el corazón.
Por supuesto, fui alumno del Normal y a veces extraño esa feria, tan masiva con espacios amplios donde cabía toda la cultura nicoleña. Pero quiero ser positivo y apostar a esta Feria pegada a las vías del ferrocarril.

30 de septiembre de 2009

A LAS 3 DE LA TARDE EN LA CIUDAD DE MARIA

Esta vez no pensaba escribir. Quería vivir, simplemente, sin dejar ningún rastro escrito; sólo los recuerdos. El reloj sobre la mesa de luz, al costado de mi cama, marca la una de la mañana del día 26 de septiembre. Estaba por dormirme, pero me vino a la mente la pregunta de una persona que ayer por la tarde me detuvo entre la muchedumbre: ¿vas a escribir algo sobre esto?
A veces pasa así. No esperaba escribir pero la historia llegó hacia a mí. Es una historia pidiendo ser contada, me dije. Había tomado la decisión de no escribir porque, como le contesté, “ya el año pasado escribí algo sobre el Campito, fijate en el archivo del blog, que está”.
Así que aquí estoy, escribiendo, gracias a una pregunta que me despertó nuevamente este vicio de contar.
Hace unas horas fue 25 de Septiembre y estuve caminando por la otra ciudad, que es mi ciudad, pero totalmente distinta. Siempre repito la idea de que a los lugares los hace la gente y como ayer vino mucha gente, en cantidades miles, pues era esta otra ciudad: la ciudad de los peregrinos.
Por un lado una ciudad dormida, en su feriado local, sin colegios, con los negocios cerrados, sin movimientos. La otra ciudad, la protagonista, es la que está llena de gente; muchedumbre congregada en torno a la Virgen María del Rosario de San Nicolás.
A las tres de la tarde, cuando la imagen salió del templo se produjo ese acontecer inexplicable para muchos, que para mí es un amanecer explosivo. Ante un amanecer en el mar, los miles de ojos se fijan en el horizonte, esperando que el sol aparezca. Aquí es lo mismo: la multitud espera ansiosa que amanezca Ella por la puerta central del templo. Todos quedan maravillados y comienzan a agitar sus pañuelos como olas en un mar de gente. Y allí se da lo explosivo, la alegría, la emoción, el canto vivo. La explosión de Fe viva.
La otra ciudad, está llena de peregrinos entre los que asomamos algunos que jugamos de local. Y es especial ver a alguien conocido entre todos estos miles de visitantes. Por un día la ciudad les pertenece y nosotros, los menos, somos testigos.
La imagen de María sale y los peregrinos acompañan en procesión. A lo largo de la tarde me crucé con varios conocidos. Los que más me llamaron la atención fueron: una amiga que ahora es guardia de tránsito, parada firme en una esquina organizando a la muchedumbre. La señora que entre otras cosas motivó este escrito porque me dejó pensando en mi deber de escritor. Y la madre de una amiga que me alentó diciendo que el mundo es de los locos, así que comprendí que voy por buen camino. No quiero el mundo, pero sí, estoy un poco loco.
Caminé por la otra ciudad toda la tarde. Es una ciudad mágica que aparece y desaparece cada 25 de Septiembre, fecha del aniversario de la aparición de la Virgen en nuestras tierras, a orillas del Paraná. Los peregrinos traen cartelitos colgando de su pecho y no puedo evitar sorprenderme: Mendoza. San Juan. Entre Ríos. Malargüe. Neuquen. Mar del Plata. Bahía Blanca. Quilmes. Tres Arroyos. San Justo...leí en un rato mientras caminaba.
La ciudad de la Fe tiene un Santuario y un Campito, y es donde hace 26 años comenzó esta historia. La misma edad que yo.
Es una ciudad de paz, de gente que comparte una misa, una procesión, un ruego, un rezo, un agradecimiento. Gente que ora, que medita, que dice ¡Viva María!, que toma mates en familia o entre amigos.
En la ciudad de la Fe, hay muchos policías para atrapar a los oportunistas que aprovechan la muchedumbre y la meditación para robarse algo. También es una ciudad invadida por vendedores ambulantes que van en busca de las muchedumbres del país para vender sus cosas. Yoyos de Spiderman, el tomate loco, Barney el dinosaurio, que me saludó y todo y me dijo cantando que, “somos una familia feliz”. Por supuesto no falta lo básico: comida y bebida.
Cuando la misa termina, la gente se desconcentra y poco a poco va quedando el suelo desnudo con algunos grupos dispersos que se quedan a tomar mates y a disfrutar del silencio del lugar. Donde antes había miles, ahora ya no queda nadie.
Los peregrinos se dirigen a sus colectivos acarreando sus sillas plegables, sillones, silloncitos, bolsas, bolsitas, bolsos y bolsitos. Los noto cansados pero tranquilos, felices y renovados. Se van cargados de recuerdos materiales (medallas, estampas, almanaques etc, etc, etc y más etc....) pero sobre todo de vivencias.
Poco a poco la muchedumbre va desapareciendo y la otra ciudad va quedando en silencio. Como huella los peregrinos dejan flores, flores y más flores. En el lugar del oratorio quedan los restos de vela ya consumidas, que han sabido acompañar un rezo, un pedido, un agradecimiento.
Cada año redescubro esta otra ciudad. Vengo desde que era un niño cuando me llevaba mi mamá, y yo me asustaba al ver tanta gente junta.
Antes de irme, llegó el móvil de Telenueve. La movilera bajó de la camioneta, micrófono en mano, acompañada de dos hombres, uno manejaba la cámara y el otro le decía qué hacer. Irrumpieron apurados en el Templo y se colocaron al lado de la imagen central de la Virgen, para registrar los momentos en que las personas pasan para tocar la imagen y rezar. Los demás medios ya se habían ido con sus cámaras repletas de imágenes.
La otra ciudad poco a poco va quedando en silencio. El Campito vuelve a ser de los pájaros y del viento. Los peregrinos han desaparecido y me doy cuenta de que la otra ciudad, es también mi ciudad.
Me alejo caminando despacio mientras la noche va cayendo sobre el Campito de María del Rosario de San Nicolás.

22 de septiembre de 2009

PRIMAVERA

¡Feliz primavera para todos!!

Hagámonos un tiempo para apreciar esta maravilla de la naturaleza, este milagro que sucede cada año.

Los pastos reverdecen... el aire se siente distinto.. los brotes aparecen en los árboles... las flores asoman a la vida....

¡Es primavera!!


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Para aquellos que quieran leer, va aquí un link hacia un artículo mío, de unos años atrás.



La foto muestra flores llamadas Pensamientos.
¡Qué florezcan nuestros pensamientos!


9 de septiembre de 2009

LA IMPORTANCIA DEL DIALOGO

¡Hola! A partir de Septiembre, tendré una columna en el periódico Diálogo. (Periódico mensual de Capital Federal, de distribución nacional).
A través del blog, compartiré con ustedes el texto, una vez al mes.
¡Saludos para todos!

LA IMPORTANCIA DEL DIÁLOGO (Edición Nº 182. Septiembre 2009. Año XVII)

¡Hola a todos! ¿Cómo les va? Espero que bien. Es mi primera participación en este periódico y mientras pensaba sobre qué tema podía escribir, me detuve en la tapa y en especial, en el nombre que lleva este medio.
¡Pero qué coincidencia! Justo se llama así en este año, en que la palabra “diálogo” llegó a los medios de todo el país y es noticia. Convocar al diálogo...llamar al diálogo... y ¿qué opina usted del llamado al diálogo?... y que voy al diálogo... y que no voy... que sí, que no, lo digo o no lo digo. Parece que el diálogo es la nueva estrella de los medios. ¿Será que lo teníamos tan olvidado, que dialogar, hoy, es noticia?
Sería interesante ver que pasa en la sociedad y que nos pasa a nosotros con esta capacidad humana de dialogar.
Caminando por la calle, encuentros al pasar, percibo que la gente anda con ganas de que la escuchen. A todos nos gusta ser escuchados, compartir nuestras buenas o malas noticias, pero hay una cierta tendencia: contar sólo lo malo. ¿Serán los medios que influyen en esto? Sólo las malas noticias son las que se comunican ¿Y lo bueno?¿No hay nada bueno para contar? Parece que no, para esas nadie te llama, o nadie te para por la calle, sólo algunos. Las buenas noticias se guardan. Algo nos está pasando porque, camino dos pasos y ya me tiran un pack de malas noticias.
Que la gente quiera que la escuchen, no significa dialogar. Algunos sólo quieren hablar y hablar e intento darles mi punto de vista o consejo, pero no hay caso: quieren hacer su monólogo e irse por donde vinieron. Y bueno, al menos he puesto mi oído - me digo, ante tanta verborragia.
Como seres humanos tenemos el don de la palabra, para comunicarnos y entendernos con el otro. Para que haya diálogo tiene que haber dos, y lo mejor es que haya un ida y vuelta. Cuando hay diálogo en serio, cada una de las partes sale enriquecida.
Con el crecimiento de Internet, con “charlas” virtuales y fugaces, se ha ido perdiendo el diálogo cara a cara, enriquecido por la presencia física del otro, de sus gestos, su sonrisa, su mirada que expresan tanto en un todo.
Cuesta acercarnos al otro, romper el hielo para empezar a dialogar, hay un cierto miedo a solucionar las cosas charlando y se evita el diálogo por miedo a la discusión. El diálogo es la base de todo. Igual, nadie dijo que es fácil: a veces trae problemas, produce confrontación, pero cuando uno sabe moverse dentro del respeto, aún la discusión es enriquecedora.
¿Cómo expresar algo que siento y no puedo? “Tenemos que hablar”, suena a que se viene algo grave a tratar, pero sería bueno escucharlo seguido, para toda situación. Realmente nos hace falta.
El diálogo es encuentro, y en un encuentro cada una de las partes se ven reflejadas en el otro, como si se enfrentaran dos espejos. Yo me miro en el otro, en su historia y en su experiencia.
Cuando se evita el diálogo, hay muchas cosas detrás: es tan importante la palabra de a dos que cuando queremos herir a otro o nos hirieron, le negamos la palabra: “no le hablo nunca más”.
No alcanza con escribirnos por algún medio electrónico, que sin duda son muy útiles. Es a través de la palabra en vivo como logramos saber el estado real del otro.
Hace poco salió un videoclip de Eros Ramazzotti, de su tema musical “Dímelo a mí”. En él se muestran situaciones de personas que se tienen cerca, pero se expresan todo vía mensaje de texto. Este clip nos hace repensar en esta especie de invasión celular de los últimos años: ahora que ya pasó el tiempo y la tecnología se instaló, es hora de repensar el lugar que ocupa, y qué nos ha robado de nuestra vida diaria. “Hay algo que has olvidado, yo estoy contigo aquí”, dice un fragmento de la canción.
Todo tiene que ver con todo. Si nos cuesta dialogar, nos cuesta encontrarnos. Si cuesta encontrarnos cuesta reunirnos. Sin diálogo dejamos de enriquecernos, dejamos de crecer como sociedad.
A los jóvenes nos cuesta hablar con los adultos, pero queremos que nos escuchen, que nos entiendan y esto se hace dialogando. Estoy rodeado de jóvenes que quieren algo básico: ¡ser escuchados!
En esta primavera, de vida nueva, de florecer y reverdecer, alimentemos el diálogo. Es importante que florezca en nuestras vidas, que esté presente en todas las casas, en los gobiernos, en los grupos de amigos y compañeros, en el trabajo, en la escuela, ¡En todos lados!¡Feliz primavera para todos! ¡Feliz Diálogo para todos!

29 de julio de 2009

¡LLEGARON LOS CANTEROS!

Llegó el invierno. Trato de quererlo, de entenderlo y de convencerme diciendo que de seguro, Diosito lo creó para algo, pero no hay caso che. Extraño el verano, el calor, las calles llenas de gente, las siestas en la pelopincho con los mates y hasta extraño a los mosquitos, con su dengue y todo. Pero bueno, el frío me obligó a meterme adentro un poco y ponerme con esa Tesis, que necesito para recibirme y la verdad me cuesta mucho (en realidad iba a decir “me cuesta un huevo”, pero queda muy mal en un escritor).

El viento me hiela la cara y el sol, pobre, hace lo que puede con sus rayos. Salí a caminar un poco y llegué a la Avenida Savio, que pasando calle De la Nación se llama Avenida Moreno. Así pase de un prócer a otro en unos segundos. Fue allí cuando las vi, ahí estaban, altas y firmes, adornando el camino de asfalto: unas palmeras caribeñas erguidas en el medio de la avenida.

¡Wow! ¿Estoy en Miami? O... ¿borracho?... ¿Yo?.. ¡No! A las dos de la tarde, imposible. Ojo che, el frío te debe estar afectando, o... ¿te habrá agarrado la gripe porcina?.

En fin, para que voy a alargar. Ni borracho, ni gripe porcina, ni fiebre, ni nada que se le parezca. Al municipio se le ocurrió construir unos canteros centrales en la avenida y hasta ahora lo hicieron en dos cuadras (de Pellegrini a Mitre). Parece que el Intendente se quiso perpetuar en algo y ser recordado como el hombre de los canteros.

La verdad no quedaron mal. Al principio no me convencían. Pero ahora que los pintaron de blanco y pusieron luces y plantas, la cosa va cambiando. Y bue... no será Oroño, esa avenida rosarina tan majestuosa, pero algo es algo. Además, seamos realistas, para ser Oroño, le faltan esas chicas universitarias que caminan de acá para allá y eso, no lo podemos solucionar, salvo que contratemos extras.

Cruzando la avenida un hombre muy enojado, me dijo algo. No sé porqué me ven cara de “este me va a escuchar”, pero tuve que escucharlo decir: - ¡Con esto hacían dos casas! ¡Estamos todos locos! Y luego remató, como para decir que provenía de buena fuente: - ¡Ojo! Me lo dijo mi amigo arquitecto.

La aparición de los canteros, así de golpe, me motivaron a escribir algo y a imaginar una charla futura.

- Ché Pá... ¿esos canteros de ahí cuando los hicieron?
- Mirá cuando tenía tu edad no había nada, y papá cruzaba siempre por el medio en vez de ir por la senda peatonal. Pero cómo los nicoleños y los argentinos somos así, mal educados, los construyeron para que crucemos por la senda como corresponde y no terminemos debajo de un camión o un auto.
- ¡Ah! Yo pensé que eran para adornar la Avenida.
- Y...si, si, también para eso, obvio.
- Pero... ¿cuando los hicieron? (mi hijo ya sabe que su padre se va por las ramas y que nunca contesta sólo lo que le preguntan)
- Los construyeron en junio de 2009, cuando se venían las elecciones, y ahí es como que puede suceder cualquier cosa. Magia, como la de Harry Potter, Bailando por un voto o lo que sea.
- ¿Harry qué? ¿Bailando qué? – preguntó mi hijo intrigado. ¡Vos siempre con cosas pasadas de moda Pá!
- ¿No sabés quien fue Tinelli?
- No, pá. No lo dimos en la escuela.
- Menos mal, hijo, menos mal. Yo crecí viendo eso y mirá como quedé. Otro día te cuento bien. Era un programa de tele. Y Harry era un mago que salió de un libro. Volviendo a los canteros, cuando era chico, tu abuelo me contó que había unos canteros enormes con plantas impresionantes, pero después se ensanchó la avenida y bueno, sacaron todo. Luego, pasaron años sin nada, solo baldosas en el medio de la avenida como para dividirla. Y cuando yo tenía 25 años más o menos, llegaron estos canteritos hermosos.
- ¿Y pensaron bien antes de hacerlos?
- Siiiiiiii, por supuesto. Todo se planifica en una ciudad antes de llevarse a cabo. Las palmeras son la especie de la zona, acorde a nuestros climas, hijo mío.
- Y los políticos además de hacer canteros, ¿hacían otras cosas?
- ¡Puf! ¡No sabés! El lema de campaña era NOSOTROS HACEMOS. Así que imagináte, no paraban ni un segundo. En realidad, todos los políticos trabajan todo el día y son gente muy honesta. Jamás tocan nada que no sea de ellos y con los impuestos que les pagamos hacen muchas obras de bien para la comunidad.
- ¡Qué bueno Pá! Así que trabajaban mucho ¡Unos ídolos!.
- Bueno, trabajar... no era la palabra, pero hacían algo que ellos llamaban gestión. Nunca entendí bien que era. Digamos que hacían de todo pero no se sabía bien qué hacían realmente.
- ¡Qué misteriosos!- dijo el niño con cara de intriga y admiración.
- Sí hijo, la política es un misterio, también es un arte (le iba a decir que era el arte de robar pero pobre, tan chico para amargarlo)
- Hacer el bien, un arte, misterio... ¡es como ser un superhéroe!. ¡¡Cuando sea grande voy a ser político papá!!- dijo el niño exultante.
- Qué bueno hijo, qué bueno – le dije con una sonrisa forzada, como para no desanimarlo.


Con esto de los canteros volé, como siempre, con mi alma fantasiosa de escritor. Mirando fijamente esas palmeras en medio de la avenida y riéndome de mí mismo por esa charla futura, seguí caminando contra el viento helado, añorando el verano. De seguro las palmeras también sueñan con el mar, la playa, las chicas, pero pobres, les tocó adornar el medio de la Avenida Savio, en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos.

Esperemos que esa charla exista algún día. Estamos en Argentina, y cuando un gobierno asume destruye lo que hizo el anterior, y todo vuelve a empezar. Y así estamos.

No sé si estos canteros van a durar mucho, pero por ahora, aquí están, llegaron para
nosotros y nuestras generaciones futuras.

5 de julio de 2009

LA VENGANZA DEL CERDO CON GRIPE

Quien iba a pensar. Hace una semana estábamos bombardeados por el tema de las elecciones y toda la parla de los candidatos y su paseo por los medios hasta el hartazgo. Hace una semana volaba por los aires nicoleños la querida avioneta, dale que dale, con el locutor diciendo, Nosotros Hacemos, Vote lista.... y la marcha peronista, taran tan tan, una y otra vez, y Hugo del Carril cantando, como disco rayado, sólo la parte que dice que “los muchachos peronistas, todos unidos triunfaremos”. No me molestaba tanto al principio pero después -que me perdone el Gral. Perón, que en paz descanse- ya me tenía repodrido. Que llegue la veda, decía la gente, así no los escuchamos más. Las calles plagadas de afiches, con rostros de políticos: un día pegaban uno y al día siguiente le chantaban otro encima y así sucesivamente.
Por suerte, la tortura mediática pasó, celebramos la oportunidad única de elegir, y a otra cosa mariposa, o sea, ahora a laburar, pero no sé, porque los políticos hablan mucho y de laburar, ni a palos, pero no pierdo las esperanzas, no es cuestión de caer tan rápido en el pesimismo.

Escribo en domingo, una semana después de haber acudido a las urnas a meter el votito. Estamos todos paralizados, encerrados, pero no porque los políticos nos dan miedo y terror, (aunque algunos son de terror, sí) sino que por primera vez se cambia la frase “la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer” y ahora parece que sí, que la culpa es del chancho, un chancho engripado que estornudó en México y lo hizo tan fuerte que la peste llegó hasta nuestro país.
Nunca imaginé este relato medio tétrico, pero la realidad excede la imaginación. La Argentina está paralizada por la Gripe Porcina, un nuevo virus llamado científicamente Gripe A H1N1. Es el virus de la gripe, pero transformado en uno nuevo y entonces la cosa se complica porque no se sabe bien qué hacer, y hay pánico porque viene causando varias muertes.
Hace unos meses, veíamos esto por la televisión: México, pánico, la gente con barbijos, los noticieros plagados por el tema de la gripe porcina en ese país. Lo mirábamos como espectadores, desde la última butaca: lejos, lejos, acá no va a llegar. Pensamos que era para desviarnos la atención de las elecciones, o del dengue, la enfermedad que padecimos en verano. Ahora que lo pienso mejor, todo esto debe ser una venganza planificada: matamos mosquitos, comemos cerdos y bueno, algún día el mundo animal se tenía que vengar de nosotros.
Y así no sabemos cómo llegó, si en tren, en avión, en barco, pero llegó.. Y está paseando por todas las ciudades, impulsado más aún, por el invierno.
Y acá estamos, tratando de permanecer en casa, con mucho cuidado. Primero se suspendieron las clases. Fueron cerrando uno a uno los establecimientos educativos en los que había casos de Gripe porcina, pero después se avivaron, -siempre tarde- y decretaron el fin de las clases: las aulas están vacías y por un mes no habrá actividad. Luego como la cosa iba empeorando se cerraron también los boliches y lugares de encuentro. Las calles se están vaciando hasta quedar casi desiertas, mientras Crónica TV no para de sumar muertos como un contador de visitas en Internet.
No viene al caso, pero me acabo de acordar del cuento ese que me leía mi vieja cuando era chico, el de los Tres Chanchitos. Y también de la alcancía con forma de chanchito que tuve una vez y no pude aguantar la ansiedad de romperla para sacar las monedas y gastármelas en cualquier cosa.
Se cansó el pobre chancho. Por algo se habrá enojado y por algo habrá estornudado tan fuerte.
Tal vez porque lo hemos maltratado por años diciendo, “¡Qué chancho!” para expresar que alguien es sucio o mal hablado, o “¡Qué gordo cerdo!” para expresar que alguien es desagradable y bien, bien gordo.
Quizá el cerdo, muy astuto, hizo un arreglo económico con los fabricantes de barbijos, alcohol en gel y los laboratorios de medicamentos (siempre hay beneficiados ante una tragedia). Vamo’ 50 y 50, le habría dicho el chancho mexicano a los empresarios.
¿Sobreviviremos a este encierro tipo Gran Hermano? ¿Sobrevivirán los padres a un mes de encierro con sus queridos niños?¿Aguantarán los infieles sin poder ir con sus amantes a los albergues transitorios? ¿Podremos vivir sin boliches? ¿Pasará rápido todo esto? El año pasado, a esta altura la culpa era del campo, y ahora la culpa es del chancho. Te pedimos perdón chancho querido. Por favor, la próxima vez, antes de estornudar avisá. ¿OK?

El chancho engripado nos forzó a la convivencia. Qué Dios nos libre y guarde.

28 de junio de 2009

UN VIAJE INOLVIDABLE (Todo vuelve a empezar)

Visitar un colegio por algo que escribí es algo que jamás hubiera imaginado. Aquel año 2002, no tenía siquiera conciencia de lo que estaba escribiendo: simplemente unos cuentos cortos, que luego en el 2005, verían la luz en forma de libro, bajo el nombre de “Cuentos jóvenes para jóvenes”. Y la verdad es que, aunque suene exagerado, me cambió la vida. Y a partir de eso yo dejé y traté de que la vida me siga cambiando, alimentando ese logro, ese sueño cumplido, con todo mi corazón.
En realidad, nunca supe que estaba escribiendo un libro, hasta que tuve varios cuentos escritos; nunca imaginé que eso se transformaría en mi primer libro y nunca imaginé que me llevaría a conocer tanta gente y a recorrer colegios. “Cuentos jóvenes para jóvenes” no fue pensado como libro, y tuvo ese sabor a sorpresa, a sueño, a magia. Aunque, tal vez, de algún modo lo estaba esperando. Antes de eso sentía que había venido al mundo para algo, pero todavía no sabía para qué. Y ese algo llegó en forma de libro.
Cuando uno va creciendo, el tema de soñar y seguir soñando se hace cada vez más difícil, porque supuestamente hay una edad para soñar y yo ya la debería haber pasado. Pero de repente, suceden estas cosas: me llega un mail desde Córdoba capital, de un profesor joven que usa mis libros en el aula y me agradece. Y uno siente que valió y vale la pena.
Pasaron algunos meses desde ese mail y allí me dirigí. Apenas pisé la terminal de la capital cordobesa, me empezó a sonar una canción y la empecé a tararear al instante: era Rodrigo, el cuartetero, con su inolvidable “Soy cordobés”. Estaba yo allí, con mi bolso y mis ilusiones a cuesta, desembarcando en la tierra de los que llevan el acento como una marca registrada, en la ciudad de las mujeres más lindas, del ferné y de la birra.
12 de junio de 2009. Colegio Corazón de María, Alta Córdoba, Córdoba Capital. Más o menos las 7.30 AM. En una mañana fría llegué al inmenso colegio, acompañado por Leo, un joven profesor que hace unos años se topó con mi libro y decidió llevarlo a las aulas. Tempranito a la mañana, aún era de noche. Formar fila, ver la bandera ascender en el mástil, decir la oración de la mañana, en el gran patio descubierto bajo un techo de estrellas y con el frío que penetraba los huesos. De pie en ese gran patio y medio dormido aún- como los alumnos que formaban la fila- volé hasta el patio de mi colegio, el Normal Rafael Obligado. Allí estaba Cámpora, el rector, dando los Buenos Días y la preceptora Laura, con su voz aguda, que insistía e insistía: bajen chicos, 5to III, vamos, a formar, al patio, vamos. Y tantas caras y tantos recuerdos en ese ratito en que los alumnos del Colegio cordobés izaban la bandera.
Ese viernes 12 de junio, fui recorriendo las aulas y conociendo las caras de mis lectores. Los libros llegaron como lectura obligatoria, y la verdad jamás pensé que algo mío, pueda ser pregunta en una evaluación, en una materia, en un colegio. Como mis libros no incluyen mi foto, se alimentó más el misterio y la posterior sorpresa o desilusión. (Y bueno, este soy yo, es lo que hay, chicos :)
Esa mañana de viernes transcurrió en una ciudad lejana, hablando de mi, de mi vida, de mis cuentos, de mis amigos, de mis cosas, de mis vivencias. ¿Cómo empezaste? ¿En qué te inspirás? Una alumna, me dijo que mis cuentos son cortos y profundos, y que la ayudaban a poner en palabras cosas que ella sentía. Y de eso se trata el arte, sea cual sea su forma: plasmar en sentimientos, lo que otros no pueden.
Gracias a la definición de esta chica, mis cuentos, que a lo largo de estos años se fueron encasillando en “cuentos con valores”, “autoayuda”, “cuentos con moraleja”, etc, se transformaron en sentimientos plasmados en cuento. De algún modo ya lo sabía, pero está bueno que alguien lo diga así, directamente, como para entender realmente lo que uno hace.
La cosa es que uno escribe en solitario y de repente termina parado ante tantos rostros, que esperan que uno diga algo, y responda a sus inquietudes. Pasaron más de seis años desde la escritura de mi primer libro y como les dije a los chicos en la charla: es una foto mía interna, de un momento.
Fueron varios cursos visitados en una mañana, -¡más de 300 chicos y chicas! - en la que hablé hasta cansarme, pero sí que valió la pena, porque es lo que más me gusta hacer.
La vida se encarga de recompensarnos cuando hacemos algo de corazón. Las cosas que esperamos, no suelen llegar al toque, pero vale la pena intentar y esperar.
Con esta visita reafirmo mis ganas de soñar y de seguir adelante. Para este mundo que todo lo mide a través del dinero, resulta tan difícil de comprender, pero traten de entenderme. Soy alguien que mide la vida a través de las pequeñas cosas y no de lo económico, porque en definitiva, de eso se trata vivir y en lo pequeño, en lo simple, radica lo importante. Y lo demás, no importa.
Soy un soñador, pero no soy el único, dice John Lennon, en su tema Imagine. No soy el único, porque sé que en el fondo, todos tenemos sueños y a veces los guardamos tan el fondo del alma que parecen olvidados y no los dejamos salir.
Soñar no cuesta nada, pero cumplir un sueño y seguir, eso es lo que cuesta. Pero vale la pena. Un sueño, es una meta y a la vez un punto de partida. Y con esta visita yo siento que todo vuelve a empezar.

Desde acá, yo que soy escritor y verborrágico, sólo tengo una palabra: ¡Gracias!

El Diario "EL Norte", como siempre, se hizo eco de toda esta experiencia. Gracias por la difusión constante y en este caso a Rubén Sisterna, periodista que escribió esta nota.

3 de junio de 2009

El 25 de Mayo de 2009

El sol del 25 asomó, en una mañana de otoño cálidamente atípica. El chocolate caliente habría que dejarlo para más adelante y suplantarlo por algo fresco. Las damas antiguas de 1810 con esos vestidos, se hubieran asado con esta temperatura. Raro resultaba ese calorcito, desubicado para la época del año, pero más raro aún fue que yo asomara con el sol del 25. Desde hace unos años, por salir a bailar - o salir de joda, como se le dice comúnmente- me estuve acostando a la hora en que el sol del 25 estaba asomando o ya estaba dibujado en el cielo. El círculo de luz me miraba desde lo alto me saludaba y yo le decía, qué hacés che. Chau, me voy a dormir.
Me levanté tipo nueve y casi les da un infarto a mis viejos. ¿Era una aparición, un fantasma, un clon? No, no, soy yo- les dije, antes de que se atragantaran con el desayuno. Antes de eso había ido hasta el ropero y tomado una camisa, un pantalón y un par de zapatos. ¡Cuánto hace que no me pongo zapatos! Y... ¿cuál era el motivo? El desfile del 25 de mayo, en Barrio Moreno, allá donde hace unos años se cayó en un pozo, un nenito llamado Cristian, y fuimos noticia y vergüenza nacional.
Por esos pases mágicos que da la vida, me tocó representar a la Sociedad Italiana. Cabe destacar que soy hijo de una italiana pura que llegó a estas tierras a los diez años de edad. Éramos dos para el desfile. Al llegar al lugar del acontecimiento mi compañero me dio a elegir entre portar la bandera argentina o la italiana. Quiero mucho a Italia, pero para mi debut en un desfile, un 25 de Mayo, preferí la Argentina. Además cumpliría ese sueño postergado de ser abanderado. (Sí, sí, todo llega en esta vida ¿vieron?)
El desfile me movilizó muchos recuerdos. De chico, mi papá o el tío Pepe, me llevaban a ver esos desfiles grandes y tan preparados por la Avenida Falcón. El de esta ocasión no sería tan formal y prolijo como el de aquellos años pero estuvo muy pero muy lindo recordar. Al otro día, chateando con una amiga me diría: ¿Qué? ¿Todavía se hacen los desfiles? Y si, yo también me hice esa pregunta el sábado anterior cuando me llamaron por teléfono y me pidieron si podía llevar la bandera.
Previo al desfile, habló el Intendente Carignani, destacando que se acerca el bicentenario en 2010 y que está bueno esto de hacer los desfiles en los barrios de la ciudad para incluir a todos y que antes, en 2001, estábamos tristes y ahora estamos contentos. A nosotros dos nos tocó al lado del mismísimo escenario, próximo al micrófono del orador. Antes de comenzar el acto, vino una mujer, una directora de escuela, a pedirme la bandera nacional porque aunque parezca increíble ¡se la había olvidado! No sé que le pasa a la juventud.. oigo repetir por ahí y yo digo: ¡No sé que le pasa a los adultos! Pensé en negarme a prestarla, pero mi amigo se adelantó y dijo que sí, que no había problemas. Pero cuando nos ubicaron tan próximos al escenario y me vi allí sin la bandera, se la fui a pedir de regreso. ¿Qué le digo después a los que me eligieron para representarlos? ¿qué la presté un ratito? Parecía un presidente, ahí parado con la banda celeste y blanca cruzándome el pecho, pero sin la bandera.
Al lado nuestro teníamos a la colectividad boliviana y a los paraguayos. ¡Ah! Mandaron jóvenes esta vez, me dijo la señora boliviana, que ya estaba acostumbrada a ver tanos de avanzada edad.
Me sentí un nene de a ratos mirando todo eso. Los militares, los soldados, la policía, los bomberos, la gendarmería, las escuelas, los caballos.... la sorpresa de recordar algo que perteneció a mi infancia. ¡Es lindo recordar! Y es lindo escuchar el himno nacional.. “al gran pueblo argentino salud, libertad, libertad, libertad”.
Luego de las palabras del Intendente, nos alistamos para desfilar, uno detrás de otro. Ya estamos grandes para ponernos nerviosos, pero los nervios no envejecen, que lo tiró. ¿Y si no levanto bien la bandera? ¿Y si se me vuela con el viento? ¿ y si justo me toma la cámara de Canal 2?
A las 12.30 aproximadamente, el desfile terminó. Vi a un profesor de la secundaria que ahora es director. Vi a una compañera de la secundaria que ahora está en la Federal. Vi a un conocido del gimnasio, vestido de militar.
El padre de mi compañero nos vino a buscar minutos después. En otro rincón de la ciudad, la Sociedad Italiana, la gente estaba llegando para un gran almuerzo gran.
Nos esperaban para servir las mesas de este almuerzo, que en esta ocasión sería a beneficio de los afectados por el terremoto en L’Aquila, región de Abruzzo. Tenemos que ayudar a la patria de nuestras raíces: aunque nosotros estamos mal, siempre podemos ayudar. Y eso me da orgullo: los argentinos seremos de todo, pero que somos solidarios no quedan dudas.
Raro este 25, la verdad. Un 25 argento-italiano, italiano-argentino. Un 25 sin chocolate, un 25 de calor, de desfile, de tallarines, un 25 en el que jugué a ser mozo por un día.
Esa misma tarde, en aquella zona de la ciudad nicoleña, a la que llamamos El Campito, mientras nosotros servíamos el postre helado, y los comensales disfrutaban del show, la Virgen del Rosario de San Nicolás, estaba siendo coronada ante miles de fieles bajo un cielo de otoño que avisaba lluvia, y en un clima de calor y mucha, mucha fe.

20 de abril de 2009

1ER AÑO DEL BLOG! (algo así como un balance)

Es increíble esto de haber llegado A UN AÑO. Costó meterme en el mundo blog, pero gracias a la insistencia de algunos, (“tenés que tener tu espacio”), lo abrí y aquí estamos.
No sabía bien qué saldría, pero la idea era publicar sin pensar en las reflexiones a las que estoy habituado y que están ya en mis libros.
Revisando los textos, releyendo un poco este blog, veo que en un año transcurrido, MARTINLIBRE tiene:
Viajes, sentimientos, mar, emociones fuertes, reflexiones, ferias del libro, encuentros con los lectores, artículos de mi columna en Revista On Line, muchos textos sobre mi querida y admirada Buenos Aires, (Bs As en un bar un domingo, un paseo en tren, su feria del libro 2008) También está Mar del Plata, el campito de la Virgen de San Nicolás a la medianoche, el coro, la sala de espera del médico, y también y por supuesto la NOCHE, con sus pistas su pista electrónica tan particular, los boliches, los bares, los tragos. Y los actores principales de todo: los amigos.
Hace un año estábamos luchando contra el humo, por la quema de pastizales: es culpa del campo, el culpa del gobierno y bla bla bla.
De Abril a Abril pasó de todo: gobierno vs. campo, campo vs. gobierno. De Angeli cortando rutas. La gente de Gualeguaychú diciendo Fuera Botnia. Cristina sin hablar con la prensa. Cristina de golpe hablando todo los días y anunciando y anunciando una y otra vez.
Atrás quedó bailando por un caño, bailando por el rating... y como si esto fuera poco, Tinelli promete volver, pero mezclando un poco de todo lo que hacía antes. ¿Y la Tota y la Vives? ¡Con qué poco nos entretenemos! ¿no?
Hubo crisis en la intocable Estados Unidos de América. Y hay más!. Tienen un presidente negro y nosotros una presidente mujer ¿Quién diría no? ¡Cómo cambia todo en tan poco!
En los juegos olímpicos, los chinos nos dejaron sin palabras. Más de uno pensó: ¡menos mal que no lo hacemos acá! Argentina ganó poco, pero aparecimos en disciplinas inimaginadas: judo ...ciclismo... La garra de nuestros deportistas es algo para destacar ¡Cuánta vocación y empeño sin un mango!
En TV aparecieron los Exitosos Pells, hacia el final del año. ofreciendo una opción nueva al monopolio del hábil Tinelli con su bailando con los gatos, el caño, el aquadance ...¡ah!.. y los sueños, me olvidaba.
Mirtha sigue almorzando, y morirá almorzando. Susana cometiendo torpezas en su living, pero bueh, tiene carisma, aunque engorde, tiene carisma.
CQC conducido por una mujer: Pergolini se fue. También se nos fue, pero definitivamente, un ejemplo de político, Raúl Alfonsín. Nos dimos cuenta quién era cuando se murió. No soy radical, aclaro. Pero el pueblo lloró a un buen tipo, de los que no sabemos si se volverá a repetir, porque político y buen tipo no van de la mano en estos tiempos.
En un año explotó el facebook (no tengo FACEBOOK, por favor, no se gasten en buscarme) Cobos, que ni sabíamos quién era cuando andaba de campaña con Cristina se transformó en ídolo y héroe nacional: MI VOTO ES NO POSITIVO.
Y nuestra presidenta Cris...(Cris Morena no, esa sigue robando y bien con los teens...los casi ángeles y todo eso) lanzó programas de heladeras, autos, electrodomésticos... bicicletas... ¡Te faltó el sacacorchos Cris! ¡O un plan de descuentos para el boliche!
Sufrimos la sequía. Ojalá que llueva, por favor. Llovió muucho: bueno.. que pare che! Se nos vino el DENGUE.. Socorroooooo!!
Maradona DT, que bueno verlo al Diego bien.. Perdimos con Bolivia 6 a 1. Vergüenza nacional ¿matamos al Diego? ¿No era Dios?
Charly en rehabilitación... en lo de Palito Ortega!!! ... Tan increíble como perder ante Bolivia 6 a 1!

En un año se agotaron mis libros... Gracias por eso, gracias por seguir leyendo...
Mientras escribo esto...es Domingo de Pascua, el otoño parece verano, en una epidemia de dengue, y en unas elecciones que se adelantan a junio y no se a quien carajo elegir porque nadie me propone nada. Y un terremoto en Italia, en la zona donde viven mis parientes.
Y un mundo en crisis y una Argentina en crisis. Crisis, inseguridad, sangre, muerte constante, que no sé si siempre la hubo y ahora la muestran más por TV o si realmente aumentó.
Y mi tesis, ahí luchando contra ella como Don Quijote contra los molinos de viento. Pero la voy a lograr. ¡Tú puedes hermano!

En fin, es Pascua, y comeremos mucho. Estaría bueno abrir un huevo de chocolate y que la sorpresa sea la solución para un país mejor. Pero bueh, basta de soñar. Soy argento y me la banco.

A vos que entrás siempre, o cada tanto, GRACIAS!!!! Por compartir con este loco sus ganas de decir, sus ganas de contar.

MARTÍN LIBRE 1 año!!

27 de marzo de 2009

FRENTE AL MAR. (1)

¡Hombre libre por siempre has de querer al mar!
CHARLES BAUDELAIRE



Llego, me detengo y casi se me quita la respiración ante semejante inmensidad. Frente a mis ojos, el mar inmenso, una historia de agua sinfín, que se funde con el cielo allá en el lejano horizonte.

El mar va desatando y liberando mis sentidos. El viento me acaricia la cara y me envuelve el cuerpo, la vista no me alcanza, el olor a sal me invade poco a poco, al igual que el acontecer mágico de las olas.

Cinco sentidos tengo, cinco modos de vivir, de sentir. El mar me recuerda que soy un ser y que soy humano. Ser de esta tierra infinita, llena de sol, de luna, y de estrellas que resplandecen en el firmamento.

La inmensidad libera, y a la vez me recuerda quien soy: un grano de arena, una simple migaja de pan en el viento.

El mar despierta en mí una devoción inexplicable, inabordable a través de las palabras: aunque de todos modos, una y otra vez, intente atraparlo todo en un papel, las sensaciones me exceden, se escapan en cada ola, se vuelan con las gaviotas.

El mar me conecta con mi alma. O tal vez mi alma le pertenezca y la recupere de a ratos, cada vez que me detengo frente a él. ¿Será por eso que siento tanta paz ante ti, querido mar?

Sí. Mi alma le pertenece y me la trae el viento. Estoy en paz

Dejo el alma cada día, en cada cosa que hago, en cada minuto que vivo. Y aquí y ahora, frente al mar, he descubierto, a dónde está mi alma.

Corre con el río, fluye hacia el mar, y ahora, aquí, de pie, vengo a recuperarla en intermitentes ráfagas de paz.

10/12/2008
MDP

ULTIMO MOMENTO: AGOTADO!!!


Tengo una muy buena noticia para todos:

Se agotó la 1era edición de mi segundo libro,

Cuentos con mirada joven.


A través de este espacio de encuentro quería compartir mi alegría con ustedes.
Y si no lo sabían..pongan Crónica TV. (jajajaja)

10 de marzo de 2009

LEJOS DE TODO

Lejos de todo soy yo. Lejos de todo soy presente, y el pasado está, pero más allá, porque estoy lejos de todo.

Lejos, está la ciudad, lejos estoy de vos, y tu mirada amanece en el horizonte, aunque el cielo esté llorando de dolor.

Lejos de todo se ve otra cosa. Soy yo y mis voces, mis voces y yo.

Lejos de todo la soledad, y un presente de escaleras que suben y bajan y de senderos que se dividen en mil y conducen hacia destinos inciertos.

Lejos de todo estás vos, ahora, haciendo quién sabe qué cosa. Tan loca, tan linda, tan mía eres, tan mía eras.

El cielo llora su llanto lluvioso, y yo lejos de todo, aquí parado, siempre estoy regresando.

No puedo estar lejos de mí. Me llevo a mí mismo donde voy, con mi mochila de errores y aciertos, de angustias, de alegrías y de sueños.

Lejos de todo soy los besos que di y las veces que amé.

Las veces que viví intensamente y las que me sentí morir.

Y las veces que partí, lejos de todo, para no morir.

Y todo lo demás, no importa, porque tengo el corazón mirando al mar.

San Bernardo. Verano 2009.

3 de febrero de 2009

MI COLUMNA EN REVISTA ON LINE 2009

Estos son los links hacia mi columna semanal, de Febrero 2009, de la Revista On Line, Editorial San Pablo.

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DECISIONES: pintar el futuro desde el presente. VER ARTICULO

Eso de estar enamorado... VER ARTICULO

Doña Rosa y su amor eterno (Cuento) VER ARTICULO

¡Un futuro diferente! VER ARTICULO

19 de enero de 2009

FERIA DEL LIBRO MAR DEL PLATA 2008

Del 28 de noviembre al 14 de diciembre del 2008 se desarrolló la 4ª Feria del Libro Mar del Plata, “Puerto de Lectura”. La misma se llevó a cabo en la instalaciones del recientemente restaurado Hotel Provincial.
Del miércoles 10 al domingo 14, estuve presente en el stand de San Pablo encontrándome con los lectores.



Conté con el apoyo de la librería San Pablo de Mar del Plata (ubicada en Moreno 2502) quienes me recibieron muy amablemente y me brindaron su espacio.




¡Gracias por todo gente! ¡Estas cosas son muy importantes para mi! Leonardo, Luis, Damián, Victoria... ¡Gracias por brindarse y darme el espacio!




Agradezco también a la señora Mabel G, por brindarme el alojamiento para que yo pudiera cumplir una meta más dentro de este camino que estoy transitando.

Fueron unos días inolvidables, un sueño hecho realidad, donde pude seguir difundiendo mis libros, charlar con la gente y disfrutar de esa ciudad mágica y feliz.

Les dejo un link a una nota del Diario “El Norte” de San Nicolás, que se hizo eco de esta experiencia.

http://www.diarioelnorte.com.ar/noticia.aspx?IdNoticia=110428

¡Hasta la próxima!





AGRADECIMIENTOS

Librería San Pablo (MardelPlata): por el espacio brindado, por la atención recibida y por las fotos.

Mabel G:
por el alojamiento.


Fotógrafo Ismael Ricardo Sosa: por la foto en la que estoy firmando los libros.

Mauro Foray: por el diseño de las tapas y el mar.

Diario "El Norte": por la difusión constante.

11 de enero de 2009

EN LA NOCHE DE REYES

Es la madrugada del seis de enero y acá ando yo desvelado como siempre, y mucho más cuando es verano. Estoy mirando cualquier cosa en la tele, haciendo zapping mientras en la mesa hay un libro esperando por mí. La casa está tan en silencio como la ciudad: allá afuera es verano, se notan las vacaciones, la pausa, el calor que agobia y la resaca de las fiestas que pasaron hace poco.
En la TV, a estas horas, hay varios pastores hablando en vivo, con sus exagerados ademanes, con su altos niveles de expresividad, con su portugués mezcla con español, dando soluciones a la gente para que sea feliz, pidiéndoles repetidamente que paren de sufrir y que vengan a la Conferencia, porque les van a dar no se qué objeto sagrado. Pongo pausa. El pastor queda en silencio. Me pongo a hojear el libro.
Al costado del televisor, en una especie de cuevita armada con papel madera, está el pesebre que mi vieja armó con esmero y dedicación el día en que también se armó el arbolito. Qué lo tiró...ya lo tenemos que desarmar... sin darnos cuenta se nos pasaron las fiestas, dijo mi viejo esa tarde mientras tomaba unos mates.
Así es que, mientras estaba por ponerme a leer, dediqué unos segundos la mirada hacia el pesebre y reparé en la pequeña sandalia blanca, que mi sobrinita había dejado allí la tarde anterior. Y a partir de esa sandalia solitaria ahí en el piso, sin querer, comencé un viaje hacia el pasado.
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La ilusión, la magia. Podemos discutir si es bueno o no, eso de crear una fantasía que se desmoronará con el paso del tiempo. Pero habiendo tantas cosas por desmoronarse al crecer, tantas cosas en las que uno cree y se las irá llevando el tiempo, que está bueno creer en una ilusión, en esos Reyes Magos de Oriente que hace muchos años, llevaron sus ofrendas al niño Jesús en Belén y hoy pasan por casa para dejarnos un regalo.
“Los Reyes son los padres”, es la frase que devela el misterio y acaba con la magia. Pero... ¡qué lindo era creer! Que la magia era posible, que los Reyes pasaban, que los camellos se comían el pasto y que tomaban un poco de agua. Nunca entendí por qué no le dejábamos un sándwich aunque sea, para estos tres pobres tipos que venían desde lejos en camello y andaban regalando sin pedir nada a cambio.
En aquella noche me iba a dormir temprano porque mi vieja repetía sin césar...hay que dormirse temprano, hay que portarse bien, mirá que sino no vienen los Reyes. Melchor, Gaspar y Baltasar, se transformaban en la amenaza infalible y lograban que por unos días me portara bien e hiciese caso.
En aquella noche casi no podía dormir de la ansiedad, pero hacía el esfuerzo. En esas noches de verano y de ilusión, de magia y de espera, uno intentaba quedarse despierto para verlos dejar los regalos y poder pescarlos justo. Me imaginaba a los camellos en el medio de la cocina y me daba mucha risa y a la vez mucho temor, porque... Má... y si el camello se me mete en la pieza ¿qué hago?. Nunca los vi: siempre los muy astutos elegían el momento en que me dormía para traerme los regalos.
En aquella noche me dormía bajo el ventilador de techo, que hacía más pasable el calorón, mientras mi viejo regaba las plantas del jardín hasta tarde y seguramente se fumaba un par de cigarrillos tranquilo y sin apuros.
Y aquella noche pasaba y llegaba el despertar, y ahí estaba: ¡el disfraz de Rambo que había pedido! ¡Y con cuchillo y todo! Y ese día no veía la hora de salir a la vereda, para preguntarle a Juanchi, a Luciano, a Celeste o a Gabriela, qué les habían traído los Reyes. Y si se daba el milagro, por ahí nos prestábamos un rato los juguetes.

La TV por supuesto siguió en pausa mientras yo viajaba a la infancia. El pastor siguió hablando e invitando a las almas agobiadas a que pasen por la Conferencia.( que sería como una misa, pero con nombre más marketinero)
Yo seguí mirando la sandalia de mi sobrinita y la comparé con el tamaño de mi pie. Pensar que yo alguna vez tuve el pie así chiquito - pensé. Pie pequeño, ilusiones grandes, creer que todo es posible... y hoy un pie tan grande, pero cómo cuesta soñar, tener ilusiones...
El niño que fui está en alguna parte de mí y en esta noche silenciosa de verano quiso salir a jugar, al ver la sandalia ahí en el piso. Me dijo al oído que quiere poner el pasto y el agua para los Reyes, y luego irse a acostar, con la voz de su madre cantando hasta cansarse que Llegaron ya, los reyes eran tres, y que todos los regalos le traerán, para jugar mañana al despertar.
Ya nada es lo que era, pero en un momento quise creer en la magia y estuve a punto de poner mi zapato allí, al costado del pesebre y junto a la sandalia.
Ya nada es lo que era, pero me voy a dormir con un poco más de ilusión, recordando esas noches mágicas donde fui feliz; muy, muy feliz.
Chau. Hasta mañana... Y que sueñes con los angelitos.