31 de diciembre de 2009

CHAU 2009 - BIENVENIDO 2010

FELICES MOMENTOS
2010 para todos!!!

Brindo por todos ustedes, lectores, amigos... por el camino compartido juntos...

Gracias por estar ahí!!

Todo lo vivido este año, me dice que seguiré adelante, compartiendo mis historias, mis noticias, dándole vida a este Blog.

Y en 2010...seguiré jugando con las palabras y caminando este camino de ser escritor.

Y recuerden... no se peleen..no discutan...la vida es corta y vale la pena ser vivida.

Lo que es puede llegar a ser...Como te ven te tratan y se te ven mal... ¡Te maltratan!! Hasta el año que viene... Chau chau...

24 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD 2009


Un mundo de paz es posible, si cada uno de nosotros busca y siembra la paz.

Dios llegó al mundo, en la dulzura de un niño.

Dios llega al mundo en cada niño que nace, en nuestros pesebres de hoy.

¡¡Feliz Navidad y un Año 2010!!


¡¡Gracias por ESTAR AHI!!




MG.

20 de diciembre de 2009

VISITA A COLEGIO DE MAR DEL PLATA

Comparto fotos y escrito, de mi visita al Colegio Gianelli de la ciudad de Mar del Plata, el 3 de diciembre de 2009.

http://cartelerasanpablo.blogspot.com/2008/12/martin-gozdziewski-en-el-colegio-san.html

19 de diciembre de 2009

QUE TENGAMOS PAZ, QUE HAYA PAZ.


Se va un año más, como siempre, con todo lo bueno y lo malo que nos dejaron los días. ¡Qué año Argentina! Crisis, inseguridad, robos, caos, tensión, violencia, muerte. ¡Si contase la cantidad de veces que las oí en los noticieros! Palabras que forman un ramo de flores negras marchitas.

Es diciembre, llegamos al mes final. Ya comienzo a sentir las Fiestas que se aproximan, y sobre todo la Navidad.; y entre recuerdos y sentimientos amanece una palabra breve pero tan grande como el sol: PAZ.

Toda persona de bien anhela la paz y la construye día a día, gesto a gesto. Estamos violentos los argentinos, en nuestros actos, en nuestro uso de la palabra. Vivimos apurados, a mil, negativos, quejosos. Corremos diariamente una carrera de Fórmula Uno, y la velocidad no nos deja ver hacia los costados, no nos deja disfrutar del camino: sólo vemos la meta final, y la mayoría de las veces, no sabemos claramente a dónde queremos llegar.

Todo esto nos aleja de la PAZ. (la pongo en mayúsculas y en negrita para reivindicarla porque anda con el corazón con agujeritos, la pobre). Vivimos un año de confrontación continua, tal versus tal, en los programas de la tarde, y ni hablar de los noticieros: todos contra todos, una pelea tras otra, sin respiro; se renuevan los enemigos pero la pelea sigue vigente y se transforma en un deporte nacional. Si haciendo escándalo, se llama más la atención, entonces la culpa es de todos los que nos quedamos consumiendo el escándalo.

“Donde haya odio, ponga yo amor”, dice San Francisco de Asís en su oración por la paz.. Quiero una flor blanca de paz, en medio del ramo de flores negras marchitas. Para que haya paz, primero, debo estar en paz conmigo mismo.

Se vienen las vacaciones, tiempo para el encuentro con uno mismo y los demás, tiempo para ordenar nuestros pensamientos, y hacer balances. Tiempo libre para escuchar mi voz interior, para encontrar la paz, que está ahí en un rincón esperando volar, y que cuando sale, se nota en la mirada y en la sonrisa.

“Noche de paz, noche de amor, todo duerme en derredor, entre los astros que esparcen su luz... brilla la estrella de paz”. Que haya paz. Paz interior de todos, y de cada uno de nosotros. Paz en sociedad. Construyamos la PAZ, dentro de estas guerras diarias sin armas, pero guerras al fin y detengamos las confrontaciones que no llevan a nada. Necesitamos sembrar flores de luz entre tantas flores marchitas y secas.

Cuando vamos a misa, nos damos la PAZ. Todavía no pierdo la esperanza de un mundo en el cual todos nos demos la mano y estemos en paz, y no sólo por “la tregua” de las felices fiestas.

Es diciembre, nace Jesús, la paz hecha niño, la divina paz, la paz más sublime, la paz de unos ojitos de niño, de una pequeñez que florece al mundo.

Busquemos la paz, tengamos paz, que haya paz. Hoy, más que nunca.... Que la PAZ esté contigo, y con tu espíritu.

Periódico Mensual Diálogo. Edición 185. Diciembre 2009. Mi columna “Enfoque joven”.

9 de diciembre de 2009

Feria del Libro Mar del Plata ‘09 (DESPEDIDA)

O8/12. Se va la 5ta edición de la Feria, Mar del Plata, Puerto de lectura. Se extendió un día más por este día feriado y decidí quedarme hasta el final, para vivir los últimos momentos mágicos.

La ciudad ya se vistió de Navidad. Hoy, día de la Inmaculada Concepción, es el día en que se arma el arbolito.

¡Cuántas cosas deja una feria! Momentos inolvidables para atesorar. Yo me sorprendo, ellos se sorprenden, nosotros nos sorprendemos.

Fueron días enriquecedores, conociendo una nueva librería San Pablo, que antes me parecía tan lejana, y hoy conozco a su gente y el trabajo de cada día, aquí, en la ciudad balnearia, en la ciudad de la costa atlántica, en la ciudad feliz. Fueron días intensos, de charlas en la mesa sobre mis libros y charlas de las otras - las mejores- esas que la gente te cuenta al pasar, de manera fugaz, pero que dejan huella.

Fueron días en los que viajé a países lejanos, a través de la música del mundo y fui entrando en clima navideño escuchando villancicos.

Cuando las cosas están llegando a su fin, uno comienza a repasar todo en imágenes mentales.

Tanta gente nueva, tantas palabras de aliento, tantas anécdotas, tantas historias en la mesita que fue armada para firmar mis libros, pero que logró transformarse en un mundo entero, mi mundo.

Hemos salido los tres (mis libros y yo) a pasear, a que la gente nos conozca, a contarles quiénes somos y cuando nacimos.

Mañana, a esta misma hora, la feria no estará más, esta mesita tampoco y los libros volverán en sus cajas a las librerías. Quedará el salón vacío, de este magnífico Hotel Provincial, a orillas del mar.

Los famosos lobos marinos, allá afuera, inmóviles en la rambla de la Bristol, esperan como siempre, ser retratados por los miles de turistas, una y otra vez. Y el mar y la playa esperan un nuevo verano, el 2010, que ya está por comenzar.

¡Yo me llevo tanto!. ¡Sí que valió la pena viajar hasta acá!. Tengo el alma llena. Tantas miradas, tantas sonrisas… ¡Tantos pequeños grandes gestos!

Una gran cosecha de recuerdos, de emociones, de aprendizajes. Por siempre y para siempre. ¡Hasta la próxima, Mar del Plata! Ahora sé bien, por qué te llaman “Feliz”.

7 de diciembre de 2009

FIN DE SEMANA EN LA FERIA (Domingo)

¡Qué lindo son los Domingos! Las familias completas recorren las ferias, lentamente. Caminar y dejarse atrapar por la tapa de algún libro o encontrar aquél que ya estaban buscando de antemano. Todo transcurre más lento. Claro, es domingo.

Quedan pocos días de feria. Comienza el final, dirían por Telefé.

La feria está llenísima. Al llegar me cuentan que desde las dos de la tarde estuvo así, movidita. Mucha gente vuelve de la playa y recorre la feria. Es fácil darse cuenta, con sus rostros flechados por el sol y los bolsos playeros.

Hoy fue el día de los calendarios 2010 y las agendas. La gente ya empezó a darse cuenta que se va el 2009.

Tuve más visitas que nunca. Algunos me confunden con mesa de informes y me preguntan donde queda el baño o donde queda la Sala tal…

En el stand, además de los ya infaltables, Guillermo y Marisa, está Luis, el director de la librería.

Yo disfruto muchísimo el estar acá, charlar con la gente, encontrarme con la gente, ver el otro lado de los libros.

Historias en la mesa

Facundo, de 12 años de edad, llegó al stand acompañado por su papá. Me dijo que buscaba el libro, Cuentos educativos para jóvenes, de Mateo Bautista.

- Sí, le digo. Es el de la rana y la rosa en la tapa.

Luego se quedó mirando mis libros, detenidamente. El papá le pregunta si quiere llevar también los míos, “aprovechando que está el autor”.

Facundo es un lector entendido en el tema, conoce muy bien la “colección verde”, y ya tiene varios.

Se los dedico de manera especial, deseándole que ¡Todos tus sueños se hagan realidad!.

Luego nos sacamos una foto, con el celular del papá. ¡Qué bueno está este domingo!

Historias en la mesa 2

- Soy evangelista, pero en el cielo no importa eso - me dijo un hombre simpático, cuando se acercó a ver mis libros. Estuvo bastante tiempo mirando los libros del stand y las Biblias, detenidamente. Llevaba puesto un sombrero.

Me contó que hacía radio y era muy amante de los libros y del estudio en detalle de los mismos. Se consideró fanático del autor alemán, Anselm Grum. Lo conoció en persona, cuando visitó Buenos Aires.

– ¡Tiene tantos libros! – agregó su mujer.

Charlamos largo rato. Y se despidió con unas palabras que me dejaron pasmado. Demasiado justas, como si me conociera de siempre.
- Seguro no sabrás que estás haciendo acá. Por momentos no vas a entender mucho. Pero Dios, tarde o temprano te va recompensar, vos todavía no sabés, no te lo imaginás…
- Sí… ya agradezco el poder estar acá – le contesté.
- Seguí adelante, vos todavía no sabés, no te lo imaginás – repitió. Y se alejó con una sonrisa caminando con su mujer.

Mis libros y la gente

¿Para qué edad son? ¿Los escribiste vos? ¿De veras? ¿Sos marplatense? … ¡Ah! ¡De San Nicolás!…Si, fui a San Nicolás a visitar el Santuario.
¿Qué diferencias tienen los dos libros? ¿De qué tratan? ¿Para un chico de 14 irán bien? ¿Son para varón o para mujer?
Como regalo de comunión… ¿qué opinás? Los llevo para trabajar con los chicos de Confirmación. Los llevo para trabajar en el aula. Los llevo de regalo para Navidad, para mis nietos.
¿Cómo empezaste? Llevo uno… hay que apoyar a los jóvenes que recién empiezan.

FIN DE SEMANA EN LA FERIA (Sábado)

Arranca el último fin de semana de la feria. La ciudad feliz comienza lentamente a entrar en clima de temporada. Ya varias obras de teatro han estrenado, días atrás.
Mar del Plata tiene una doble identidad: con o sin turistas. Me llama mucho la atención descubrir la ciudad en esta época, cuando es mucho más Mar del Plata que nunca.
Diciembre comienza a recibir a “los de afuera”, a los turistas, al motor de muchísimas fuentes de trabajo. El verano 2010, está cerca.
Al llegar a la feria, la mayor cantidad de público se nota a simple vista.
Veo pasar a gente de todas las edades, cargadas de bolsas con libros y me pregunto que dirían, si estuvieran aquí, todos aquellos autores que opinan que libro, está próximo a desaparecer.

Historias en la mesa.

Por la mesa, que ya es como mi casa, pasan muchas cosas. Muchas anécdotas para guardar, muchas charlas al pasar, muchas historias para escuchar.
Manuel – me entero de su nombre cuando luego, le firmo el libro - , de 12 años, pasaba caminando con su familia. Señaló mi libro, el de la zapatilla en la tapa, y dijo que lo conocía.
¿Te lo dieron en el Colegio? – le pregunto. – No, me dice él. ¿Te lo compró alguien? – No, me contestó. Rápidamente se me acabaron las preguntas.
Luego, me develó el misterio: el libro era de su hermano, y se lo había sacado para leer. ¿Y qué te pareció el libro? – le pregunto. – Que te enseña muchas cosas - me contestó, así de simple y claro.
Me quedé sin palabras, ante esa espontánea definición de un chico. ¡Si hubiera contestado eso!... cada vez que me preguntan ….¿de qué tratan los cuentos?.
Todos los días se aprende algo. Hoy vino a mi la espontaneidad de un chico, para hacerme recordar, que todo es más simple de lo que creemos, y que los complicados, somos los grandes.
También, me quede pensando, en que los libros, a veces viajan así, de mano en mano, de amigo a amigo, de un hermano a otro. Viajan y viajan, haciendo caminos mágicos.

Un soñador en la feria. Escritor y trotamundos.

Lo he visto todos estos días desde el stand. Decido acercarme a ver de qué se trata. De lejos veo una bici altísima y de color naranja, y un mapa gigante.
Voy hasta el medio del pasillo, donde él está hablando con la gente que pasa.
En el suelo, a un costado de la bici, hay fotos: “Me financio el viaje con las fotos y el libro”- le cuenta a una familia, este marplatense, llamado Juan Pablo Villarino.
Su libro, que reúne sus historias de “un viaje a dedo por Irán, Irak y Afganistán”, se titula “Vagabundeando por el eje del mal”.
Todo su viaje, de 2005 a 2008, fue a dedo. Recorrió Europa, Medio Oriente y Asia. Veo el sorprendente recorrido marcado en el mapa. Es tan fácil decirlo... contarlo… pero ¡hay que hacerlo!
- La bici, es para el recorrido que voy a hacer por Sudamérica - me cuenta.

Juan Pablo, me hace acordar a mi amigo Nacho. Se parecen físicamente y “soñadoramente”. A Juan Pablo le cuento que Nacho, que es de San Nicolás, como yo, se le dio por venir a Mar del Plata, un día, en su ciclomotor. Y de ahí no paró nunca más hasta llegar a países lejanos.
- Sí, es un sueño - me contesta cuando le pregunto a Juan Pablo, como vive todas esta travesía.

Juan Pablo, tiene la misma sonrisa de soñador que mi amigo Nacho. Yo lo felicito por soñar y vuelvo al stand. El sigue contando sus viajes, entre las fotos, su libro y la bicicleta gigante.

Juan Villarino: www.acrobatadelcamino.com
Nacho García:
www.en50.com.ar

4 de diciembre de 2009

Feria del Libro. Mar del Plata 2009 (DIA 2)

Jueves. La Feria abre a las 10 de la mañana, para que puedan visitarla los Colegios. El día amaneció soleado y pude ver por primera vez el mar, la arena y la ciudad bañados de sol.
La feria parece otra. Chicos y chicas que vienen y van, enérgicos, dando vueltas, sin parar, de aquí para allá.
¡Silencio 5to B! ¡Una fila dije! ¡No veo una fila! – se queja la seño. Las “blancas palomitas” están incontrolables.
Todo lo ocupa el lindo bullicio de los alumnos. El stand se ve invadido por ráfagas de chicos y chicas. Dos chicas se pelean para ver quien se queda con los señaladores y las Hojitas del Domingo, como obsequio. Damián, empleado de la librería, intenta controlar el “terremoto” infantil.
Un chico pasó por la mesa donde estaba y me dijo: ¿Estos de qué son? – señalando mis libros. – De frutilla y de limón - le contesto en broma, pero con cara de serio.
Antes de que se aleje con sus compañeros, le aclaro que son “De cuentos, que escribí”. Y se va riéndose.
Es un lindo encuentro el que se da entre los chicos y los libros. Un encuentro necesario. Celebro eso, entre tanto mundo audiovisual y virtual.


Visito el Colegio San Antonio Gianelli.

A la una de la tarde, fui hasta la librería San Pablo. Todos se turnan para no desatender la librería mientras dura la feria.
En mi interior ya se comenzaba a manifestar la ansiedad. Los alumnos de 6to año A y B, me esperaban en el Colegio San Antonio María Gianelli, en otra punta de la ciudad..
- Es un colegio grande y usaron tu libro todo el año, me cuenta Leonardo, otros de los empleados de la librería, quien será el encargado de acompañarme en esta nueva aventura.
Mientras íbamos en viaje, experimenté otra vez, esas sensaciones del comienzo, de 2005, cuando salió Cuentos jóvenes… ¡No lo puedo creer! ¿Qué pensarán en este momento? Pasa el tiempo, pero con cada colegio que visito, todo vuelve empezar.
Entramos al cole y nos indicaron que nos estaban esperando. Atravesamos un pasillo largo y entramos al salón de actos. Allí estaban, todos sentados, mirando hacia la puerta, con sus ojos llenos de expectativas. Tenían en sus manos, mi segundo libro, Cuentos con mirada joven y en sus caras dibujada una sonrisa.
Las seños Teresa y Hna. Mónica, me dan la bienvenida. Y los casi 70 chicos y chicas no paran de mirarme, esperando en silencio, que comience a contarles mi historia.
Uno a uno, fueron preguntando… en qué te inspirás…cuándo empezaste… qué cuento te gusta más… y muchas preguntas más.
Luego ellos me contarán sus cosas, y yo les iré contando como nacen los cuentos.
La seño Teresa, me cuenta que con el cuento “Los dos reflejos”, armaron un juego con espejos, para que los chicos se conozcan más a sí mismos.

El libro fue utilizado en el proyecto “CONOCIENDONOS.”, me cuenta Teresa. Luego les cuento un cuento. Indefinilandia..Se ríen mucho con ese cuento.
Me despiden con un aplauso que me llena de emoción y luego forman una fila para que les firme los libros.
Aún no comprendo ese acto de firmar, pero lo tomo como un recuerdo que les dejo, para que algún día, cuando crezcan, recuerden a un joven soñador, que escribía cuentos.
El viaje de regreso, fue en silencio, pensando en todo lo vivido, y mirando, una y otra vez, una tarjeta que me regalaron, acompañada de una medallita de San Antonio María Gianelli. Y para mí no hay mayor premio que ese… un gracias escrito en una tarjeta.

3 de diciembre de 2009

Feria del Libro. Mar del Plata. 2009. (Día 1)

El sueño continúa, todo vuelve a comenzar. En esta ocasión mis libros de cuentos me trajeron hasta la ciudad de Mar del Plata. La “ciudad feliz” tiene su Feria del Libro, la 5ta edición, “Mar del Plata Puerto de Lectura”. Libros y mar ¿Qué más se puede pedir?

Llego a la feria, que queda en un salón del Gran Hotel Provincial, que durante años estuvo cerrado por reformas y ahora está quedando más lindo que nunca. El año pasado, se eligió otro lugar de este mismo Hotel, para realizar la 4ta edición. Y las anteriores ferias, se realizaban en una carpa, en la Peatonal San Martín.

Hacia el final del salón de la feria, a través de los vidrios, puedo ver el mar con toda su majestuosidad, con toda su fuerza. Yo llego con toda la emoción de saber que me voy a encontrar con los lectores, ese momento mágico, único, enriquecedor.
Cuando entro al salón, busco con la mirada el stand de la librería San Pablo, mi destino.
Son muchos stands, pero lo encuentro rápidamente.
Allí me esperaban Luis, director de la librería marplatense y sus colaboradores durante la feria: Guillermo y Marisa.
Si las librerías son templos, los stands de feria son templos móviles que salen al encuentro de la gente. Y yo estoy feliz de ser parte de este encuentro.
Nos saludamos, les cuento un poco mi viaje desde San Nicolás y minutos después, me siento junto a mis dos libros. Estoy lleno de alegría y energía. ¡Aquí vamos de nuevo!

La gente pasa y pasa. Las Ferias me encantan, los libros son los protagonistas.
Una señora se acercó, atraída por el título, Cuentos jóvenes para jóvenes. No son para mí que ya estoy vieja, me dice, en forma de chiste. Luego con sorpresa me dice: ¿Lo escribiste vos?
No sé por qué, será por al edad, o porque no tengo cara de escritor, la cosa es que no suelen creerme al principio. Tampoco aparece mi foto en el libro y eso lo hace más misterioso aún.
La señora me hace preguntas y le cuento que siempre me gustó escribir, que cuando tenía doce años le envié mi primer cuento, una fábula copiada de un librito, a Juan Carlos Pisano, quien lo publicó en la Hojita de los Niños.
Cuando vi mi nombre allí, sentí una gran emoción, una sensación especial, que me indicaba, sin saberlo, el inicio de un camino.
Después de charlar unos minutos y de hojear el libro otros tantos, la señora se llevó mi libro y se alejó con una sonrisa y unas palabras de aliento, para que siga adelante.
Más tarde, mientras sonaba en el stand un cd con villancicos, llegó una chica acompañada por su papá.
Estuvieron largo rato buceando entre libros, hasta que se acercó y me dijo: llevo los dos libros tuyos, uno para ella y otro para mi otro hijo. Melina, me miraba con una sonrisa tímida. Mi otro hijo, Facundo, está en una edad difícil, tiene 14 años - me contó el padre. Yo por dentro pensé que en realidad, todas las edades son difíciles.
Les explico que cada historia incluida en los libros es una experiencia vivida, propia, pero disfrazada de cuento. Son historias para pensar.
Cuando se van, luego de haberles dedicado los libros, me quedo solo en la mesa, y aprovecho para escribir esto. Pienso en esta cosa extraña y casi mágica que tienen los libros: ellos están ahí, inmóviles, son parte de un Martín que ya creció. Se llevan una gran parte de mí, pienso.

Para mí pasa el tiempo y ellos están allí, contando esas historias que son las mismas cada vez, pero que se renuevan con cada lector que se encuentra con ellas.
El mar allá cerca, va y viene con su oleaje continuo, acariciando la arena. En el stand suena ahora la Navidad en la Quebrada.
Yo termino mi primer día sabiendo que esto recién comienza. Mañana será otro día de Feria y lo más especial: la visita a un colegio.