6 de junio de 2017

La abuela Paulina

Hoy conocí a Paulina. Me esperó con mates, unos bizcochos calentitos y un dulce casero de pera y naranja. 
Paulina me regaló su primer libro con un patio en la tapa. "El patio es el living de los hogares humildes" , me dijo ella y así está escrito en la contratapa.
Estaba radiante, con esa luz que emanan los rostros de aquellas personas que se atreven a cumplir sus sueños. El sol de la tarde fría entraba por la ventana e inundaba toda la casa. Las servilletas eran de margaritas y a mi me encantaron porque me hacen acordar mucho a la primavera.
Hablamos de muchas cosas lindas, de lo que sentimos al escribir con el alma, de los nervios que sentimos cuando empezamos a compartirlo con los demás. 
- ¡Me encanta soñar! - me dijo.
- Los sueños son la brújula del corazón - le dije.
Nos despedimos llenos de alegría por lo compartido. Yo me alejé lleno de esperanza con mis 34 años y ella me saludó enérgicamente con sus brillantes 86.