29 de noviembre de 2014

Volver, darme cuenta, regresar

VOLVER con el alma renovada, cargada de sueños. Volver y haber crecido, a partir del encuentro con otras personas y otras realidades, tan distintas, tan opuestas, pero que enriquecen, hacen pensar y volver a pensar lo que ya está establecido.
DARME CUENTA una vez más, que el tener todo no significa nada y que tenemos muchas cosas de más, que nos sobran y que no nos damos cuenta. Porque lo fundamental es otra cosa y no sé porqué solemos ir para otro lado.
REGRESAR pensando en que el confort es importante, pero que también nos duerme las cosas simples y bellas de la existencia, llevándose muchas veces toda la magia y el entusiasmo de vivir.
VOLVER con menos prejuicios, abriendo la mente para descubrir que en cada localidad hay un nuevo mundo y que no es posible generalizarlo todo.
DARME CUENTA que tengo renovado mi compromiso con las palabras, con las ganas de contar y de escribir.
REGRESAR sabiendo que los cuentos no son cuentos nomás y que tienen el poder de cambiar, de hacernos imaginar otros mundos posibles y de transformar cualquier realidad.
VOLVER con la certeza de que cuando decimos “la Argentina”, eso puede abarcar y ser tantas cosas, como personas hay en este suelo bendito.
DARME CUENTA de que es difícil ponernos de acuerdo entre tanta diversidad, pero lo interesante será que acordemos en una cosa: querer verdaderamente un país mejor y trabajar por eso, cada minuto, buscando coincidencias en nuestras diferencias.
REGRESAR a casa, sabiendo que ya no soy el mismo.
Porque cada experiencia vivida nos cambia, nos modifica para siempre y porque cambiar la forma de mirar la vida, cada tanto, también es crecer.
Volver... darme cuenta… regresar…
18/11/2014 Escrito en San Nicolás, mi ciudad, al regresar de mi viaje por Tostado y Montefiore, Santa Fe.

21 de noviembre de 2014

¡SÍ! TENEMOS FUTURO.


Mientras hayan escuelas abiertas, no está todo perdido. 
Mientras hayan maestros con ganas enseñar, no está todo perdido.
Mientras hayan alumnos con ganas de aprender, no está todo perdido.
Mientras hayan familias con la certeza de que aprender es crecer, no está todo perdido.
Mientras estemos convencidos de que la educación es el camino, no está todo perdido.
Mientras haya esperanza, no está todo perdido.
Sí. TENEMOS FUTURO. Sólo hay que empezar a cuidarlo desde ahora.
Feliz quien pueda transmitir algo que pueda ser importante para otros.



Escrito el 18/11/14 al regreso de mi visita al Colegio Rural de Montefiore (comuna ubicada a 80 km de la ciudad de Tostado, Prov. de Santa Fe)

11 de noviembre de 2014

EN FAMILIA: el desafío de mantenernos unidos

 “Para llevar adelante una familia es necesario usar tres palabras: permiso, gracias, y perdón.” Papa Francisco

 A lo largo de mi vida he conocido muchas familias. Realidades distintas y mundos distintos. Comprobé que las familias más unidas y en las que se respiraba “un buen aire”, eran aquellas en las que el diálogo era primordial. Se decían todo con sinceridad, con franqueza y hasta con dureza a veces, pero navegando siempre juntos entre momentos buenos y malos.

 El diálogo es algo fundamental, y la capacidad de hablar es inherente al ser humano. Hablando se entiende la gente y también la familia. Transmitir a nuestros seres queridos lo que pensamos y sentimos, nos ayudará a sentirnos sostenidos en los momentos más difíciles. La familia debe ser el sostén esencial porque en ella están todas las respuestas a nuestros interrogantes, porque es allí de dónde venimos  y en dónde escribimos nuestra historia.

 Todos soñamos con una familia ideal, pero es bueno aceptar la realidad que nos toca y construir desde allí. Sea cual sea la realidad familiar no podrá funcionar sin diálogo, que por supuesto estará basado en el amor y el respeto mutuo. Todos los integrantes de la familia deben asegurar y buscar la buena convivencia y la felicidad común. Con estas cosas en claro, nada los detendrá.

 Todo cambia todo el tiempo, incluso la familia y cada unos de sus integrantes. El desafío es mantenernos unidos y que la familia sea lo primero, a pesar de todo. Será un barco que navegue contra vientos y tormentas, superando los obstáculos en un mundo lleno de cosas que destruyen, lleno de individualismo, lleno de tecnología creada para conectar pero que individualiza cada vez más y aleja del diálogo verdadero.


 Todo se puede construir a base de diálogo para mejorar y crecer, compartiendo los que nos pasa, día tras día.  Porque todos en definitiva, queremos una buena familia y estar orgullosos de ella. 

MI COLUMNA ENFOQUE JOVEN. En Periódico Diálogo. Edición Nº 235. Noviembre 2014.

4 de noviembre de 2014

Recordar, volver a pasar por el corazón (Día de los fieles difuntos)

 Cada 2 de Noviembre, es el Día de los Fieles Difuntos. Puede ser, entonces, una oportunidad de recordar a todos nuestros seres queridos, a todos ellos que se han ido físicamente, pero que ahora viven para siempre, eternizados en nuestro corazón. 
Si bien podemos tenerlos presente todos los días, en cada cosa que vivamos, los invito en este día, especialmente, a recordarlos, a orar por ellos o a lo que ustedes sientan, más allá de la religión o creencia que tengan.
Agradecerles todo lo que nos dieron y lo que nos dejaron como enseñanzas. Decirles ¡gracias! por habernos acompañado en este camino de la vida. 
Y tratar de recordarlos con alegría, sabiendo que hoy nos siguen guiando e iluminando, desde otro lugar. 

IMAGEN: extraída de "El libro de los abrazos" del autor Eduardo Galeano

3 de noviembre de 2014

SOBRE HALLOWEEN Y LA CELEBRACIÓN ARGENTINA DE LO AJENO


 Todos los años surge, más o menos, el mismo debate. Creo que los niños no tienen la culpa: si les mostramos una fiesta de disfraces y a eso le sumamos golosinas ¡bingo! Es obvio que les va a encantar. 
 Quitando a los niños del debate, pienso y pregunto a los que les gusta esta celebración: ¿Por qué te gusta Halloween? ¿Sabés qué celebrás o lo hacés por ver feliz a tus niños? ¿Admirás al país que lo celebra y por eso lo festejás? Los niños no entienden pero nosotros los adultos sí. Y si me contás el porqué, tal vez podré entender y entendernos mejor.
 Una vez que sepamos qué celebramos, está en nosotros decidir. Está bueno que estudiemos un idioma extranjero para comunicarnos, para crecer, para conseguir un trabajo mejor, pero ¿eso implica celebrar sus tradiciones?
 En Argentina hay muchas colectividades y lo "lógico" sería replicar esas, porque de alguna forma están en nuestra sangre y forman parte de nuestra historia.
 No estoy en contra de nada, sólo que me gustaría que se sepa lo que se festeja. Sea la fiesta que sea, saber qué estamos festejando.
 Al ver las celebraciones en este día, confirmo que seguimos teniendo la autoestima baja como argentinos, que seguimos mirando hacia "el país del norte", comprando sus paquetes armados de felicidad.
 Creo que nos falta mucho camino para poder crecer, valorar y fortalecer todo lo que tenemos: LO NUESTRO.