9 de diciembre de 2009

Feria del Libro Mar del Plata ‘09 (DESPEDIDA)

O8/12. Se va la 5ta edición de la Feria, Mar del Plata, Puerto de lectura. Se extendió un día más por este día feriado y decidí quedarme hasta el final, para vivir los últimos momentos mágicos.

La ciudad ya se vistió de Navidad. Hoy, día de la Inmaculada Concepción, es el día en que se arma el arbolito.

¡Cuántas cosas deja una feria! Momentos inolvidables para atesorar. Yo me sorprendo, ellos se sorprenden, nosotros nos sorprendemos.

Fueron días enriquecedores, conociendo una nueva librería San Pablo, que antes me parecía tan lejana, y hoy conozco a su gente y el trabajo de cada día, aquí, en la ciudad balnearia, en la ciudad de la costa atlántica, en la ciudad feliz. Fueron días intensos, de charlas en la mesa sobre mis libros y charlas de las otras - las mejores- esas que la gente te cuenta al pasar, de manera fugaz, pero que dejan huella.

Fueron días en los que viajé a países lejanos, a través de la música del mundo y fui entrando en clima navideño escuchando villancicos.

Cuando las cosas están llegando a su fin, uno comienza a repasar todo en imágenes mentales.

Tanta gente nueva, tantas palabras de aliento, tantas anécdotas, tantas historias en la mesita que fue armada para firmar mis libros, pero que logró transformarse en un mundo entero, mi mundo.

Hemos salido los tres (mis libros y yo) a pasear, a que la gente nos conozca, a contarles quiénes somos y cuando nacimos.

Mañana, a esta misma hora, la feria no estará más, esta mesita tampoco y los libros volverán en sus cajas a las librerías. Quedará el salón vacío, de este magnífico Hotel Provincial, a orillas del mar.

Los famosos lobos marinos, allá afuera, inmóviles en la rambla de la Bristol, esperan como siempre, ser retratados por los miles de turistas, una y otra vez. Y el mar y la playa esperan un nuevo verano, el 2010, que ya está por comenzar.

¡Yo me llevo tanto!. ¡Sí que valió la pena viajar hasta acá!. Tengo el alma llena. Tantas miradas, tantas sonrisas… ¡Tantos pequeños grandes gestos!

Una gran cosecha de recuerdos, de emociones, de aprendizajes. Por siempre y para siempre. ¡Hasta la próxima, Mar del Plata! Ahora sé bien, por qué te llaman “Feliz”.

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