Cada 6 de enero en San
Nicolás, los Reyes Magos recorren las calles y visitan distintos barrios
sorprendiendo a todos y en especial a los más chicos. Las Hermanas Hijas de
María del Rosario de San Nicolás son el motor de esta hermosa experiencia,
movilizando la colaboración de todos y sumando voluntades para que los Reyes
sean un regalo y un signo de esperanza para todos y en especial para los niños
que más lo necesitan.
Cáritas Diócesis San Nicolás
acompaña cada año a los Reyes Magos, sumando su colaboración. Desde hace varios años tengo el agrado de formar
parte de Cáritas y gracias a esto pude vivir bien de cerca esta experiencia tan linda. Y motivado por una gran emoción, decidí escribir y compartir este texto.
Caravana 2018 (publicado en mi Facebook)
Durante la mañana y hasta la
siesta del 6 de enero de 2018, los Reyes Magos estuvieron por toda la ciudad de
San Nicolás, recorriendo las calles y visitando Barrio Cavalli, Barrio
Provincianos,
Comedor Igualdad en Barrio Avamba’e y Barrio 12 de Marzo.
Tuve la suerte de
acompañarlos y quiero contarles que salió todo hermoso y transmitirles que
confirmé, una vez más, que sí hay esperanza y que sí hay cosas que traen luz;
¡pasan cosas maravillosas cuando nos unimos por una causa noble! Las buenas
cosas siguen pasando aunque nos encarguemos de mirar para otro lado o estemos
siempre propagando lo malo, lo que destruye o lo que no construye nada.
Quiero contarles que quienes
trabajan en forma invisible pero incansable, son las Hermanas Hijas de María
del Rosario, más conocidas como “las monjas del Santuario de San Nicolás”.
Muchas personas las
acompañan, año tras año, para que esto sea posible y para que puedan seguir
adelante con su misión.
Antes de salir hoy con Reyes
Magos, le consulté a una de las Hermanas: - ¿Cuánto hace que hacen esto? Y...
15 años, me respondió la Hermana Alejandra.
Entonces me quedé pensando y
al finalizar la experiencia decidí escribir esto en Facebook, haciendo mi
aporte. Creo que es importante destacar este tipo de cosas, esta acción
transformadora, algo hermoso que deja huella en muchísimos niños y grandes y
que silenciosamente se sostiene en el tiempo. 15 años en los tiempos que
corren, donde todo se deshace rápidamente, es mucho.
El bien no hace ruido, decía
un escritor amigo. Será por eso que no nos damos realmente cuenta de las cosas
lindas que nos pasan y que son para nuestro bien. Seguro muchos han visto pasar
a los Reyes durante estos años y se han alegrado el corazón al verlos pasar.
No soy quien para
agradecerles, pero quiero hacerlo. En nombre de todos los que van a aparecer en
las fotos y aquellos que no: todos hacen y han hecho su aporte para que esto
sea posible.
¡GRACIAS HERMANAS! Son
ustedes gran el motor y eso hace que muchos quieran acompañarlas en esta gran
aventura y misión de cada año.
Cada rostro de los niños y
niñas que se iluminaban con una sonrisa, con la alegría de verlos llegar, con
la esperanza de que alguien se acuerde de ellos... eso deja huella y no tiene
precio. Es una huella, invisible tal vez para muchos, pero una gran huella al
fin. ¡Que vivan los Reyes Magos!
Palabras de la Hermana Alejandra
“Creo firmemente que Dios
sostiene todo esto porque, de lo contrario, sería imposible llegar con la
cantidad de juguetes, las golosinas, la organización, que tiene también una infinidad
de inconvenientes a superar. Hay muchas personas que comparten los lindos
sentimientos para seguir adelante.”
“Ya desde la preparación y
reciclado de juguetes hay una consigna: lo mejor para los niños más pobres. Arreglar
los juguetes y que queden hermosos, no dar algo roto o sucio o rayado, parece
algo simple, pero encierra una verdad profunda: ¡ellos son los más dignos para
recibir el mejor regalo!
“Cuando ves sus rostros, su
alegría, sus ojos que brillan, a uno se le llena el alma de gozo y es más lo
que Dios nos regala que lo poco que podemos dar.”
“Muchas veces me han dicho:
“si son tan pobres dales comida”, pero no entienden que, como decía una famosa
socióloga, en el niño el juguete no es un lujo, es una necesidad; esto se avala
cuando vemos -por poner un ejemplo extremo- cómo los niños de los campos de
refugiados arman juguetes con piedras y palos.”
“Otras personas, con un
pensamiento muchísimo más materialista dicen: “yo no le voy a dar nada al que
después me va a venir a robar”; esto es tremendo, es determinar a una persona,
hacer un prejuicio y no darle la oportunidad de crecer con otro futuro. A veces
me pregunto cómo hubiéramos respondido nosotros, de haber nacido en una casilla
y con una realidad familiar tan dura como la que a diario viven esos niños.”
“Doy Gracias a Dios por todo
lo que hace y porque nos permite poder hacer esto. ¡Cada año le agradezco por
su Misericordia, al Señor y a Nuestra Madre querida! ¡Que Dios haga su Obra en
cada uno de esos niños, como lo hace en nosotros!
Anécdotas
Un barrendero, abuelo de un
nene de Barrio Provincianos – cuenta la Hna. Alejandra-, me
contó que todo el año su nieto le pregunta si falta mucho para que vuelvan los
Reyes. Cada año pienso que ellos nos esperan y eso me anima, a pesar del
cansancio, a empezar a trabajar en este proyecto y a seguir.
A veces me da risa encontrar
a los niños en la calle y ver que me saludan y que dicen: “Mami, es la Hermana de los Reyes
Magos”.
“Una de las chicas que más me ayudó a arreglar los juguetes fue alumna mía
y es evangélica. En la solidaridad no
hay distinción, ni credos, ¡todos somos dignos hijos de Dios!” – comparte
Alejandra.
Mensaje de una vecina de Barrio 12 de Marzo
“De parte de todos los que
vivimos al fondo del Barrio 12 de marzo quiero agradecerles por venir hoy a
sacar una alegría a los nenes del merendero y de todo el barrio. Gracias por
estar en este día especial y darles esperanzas a los que creían que nadie se
acuerda de nosotros. ¡Gracias por dar alegría a los chicos! ¡De corazón, mil
gracias!”
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