29 de noviembre de 2017

EL BARRIO DE LA ESTACIÓN, MI BARRIO

El sábado 25 de noviembre de 2017 sucedió algo lindo: los vecinos del Barrio de la Estación nos juntamos en la estación de trenes para realizar un homenaje. Fui con mis viejos y tantos otros más, nacidos y criados en este barrio, y de la emoción que viví no me tomé ninguna foto. Pero quería dejar unas palabras y compartir un poco lo vivido. 
A todos los presentes nos unió el mismo amor: por la estación, por el tren, por el barrio que alguna vez supo vivir con alegría el paso glorioso del tren y todas las historias que se tejían en torno a él. 
El homenaje fue para Flora Tanús, una señora que amaba con locura a la estación de trenes y al barrio. Los vecinos se reunían en su casa siempre, para compartir la vida y también para soñar con una estación mejor, más linda y con los trenes funcionando. 
¡Me da tanta tristeza verla así abandonada, Martín! – me decía Flora cada vez que charlábamos. Ella y los vecinos nunca perdían las esperanzas y tenían la ilusión de volver a verlo pasar. 
En las fotos que publico hay dos libros, publicados en 2003 y 2008. Ambos rescatan las historias del barrio de la estación para que todos podamos revivirlas. Cuando me invitaron a participar en el libro, pude comprobarlo en cada reunión: el orgullo y el amor de todos por el barrio, las ganas de cuidarlo, las ideas y proyectos para mejorarlo y el deseo de verlo siempre brillando. Experimenté algo único con mis 25 años: el sentimiento de pertenencia al barrio, el amor y la pasión, el querer defender lo de uno y lo de todos…¡algo que hoy tanto nos anda faltando!
Otra de las fotos me la tomó un amigo. Lo acompañé a averiguar los horarios de los trenes y la estación estaba abierta. Casi vacía …¡pero abierta!.¡Y eso me puso muy contento! Porque recuerdo el tremendo abandono en el que estaba hace unos años atrás. 
El cuadro lo pintó el artista Rubito González y se colocó el sábado en la estación y lo descubrimos con un fuertísimo aplauso. Rubito lo hizo especialmente para la presentación del libro y actualmente estaba en la casa de Flora. Ella misma me contó su sueño de verlo allí, en la estación.
“A todos los que estamos acá nos une el afecto” - dijo la hija de la escritora Sonia Riva de Mengarelli, el sábado de homenaje. Y hoy en día esto de reunirnos es un milagro – le dije yo. Sonia es otra de las señoras del barrio y que vive actualmente. Fue ella el motor -o mejor dicho la locomotora- para que se publicaran los dos libros y que nos juntáramos todos a través de las palabras. 
Todo lo que está abandonado y viejo, como lo estaba la estación, no tiene vida, no tiene magia. Y ahora será –ojalá- el momento de que la estación vuelva a ser. Yo renuevo mis esperanzas. Ojalá esté todo cada día mejor, ojalá haya más trenes pasando, ojalá vuelva la vida en el andén, en la estación, en las vías, ojalá... 
Seguramente el tren no volverá a ser lo que era, porque todo cambia. Pero este sábado cumplimos todos un sueño y vimos que la estación está más linda y resucitando. 
El sábado pude ver los ojos de las personas mayores y de todos los presentes, volver a brillar de emoción. Y a mí me emocionó que nos reunamos en torno al afecto por algo, por una causa noble. 
¡Gracias Flora! ¡Desde el cielo nos acompañaste y viste tu sueño hecho realidad! ¡Gracias a todos los vecinos por lo que han dado y le dan de corazón al querido Barrio “República de la Estación”!

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