20 de septiembre de 2014

LOS VALORES, LA EDUCACIÓN, NOSOTROS

 Luego de una visita a una Escuela ubicada en la localidad de Erézcano, Provincia de Buenos Aires, y de charlar con sus directivos y docentes, saqué algunas conclusiones que quiero compartir con ustedes. 

 

 Los valores no se han perdido, en realidad los valores están, pero están dormidos. Están esperando despertar o que alguien o algo llegue para despertarlos. Tenemos que contagiar las ganas de recuperar los buenos valores. Hay una desmotivación generalizada, que va más allá de todo. Llegó la hora de pensar ¿qué nos pasa? ¿resignación total? ¿Comodidad? ¿Desilusión? ¿Queja constante e inacción?

 Creo que, en realidad, adoptamos una falsa comodidad, la de decir que ya está todo perdido y que no hay nada que cambiar. Entonces es más fácil, porque todo queda como está.
 Hablamos de los valores como algo ajeno a nosotros, como si los hubiéramos perdido en un camino desconocido o algo que se acabó y que tenemos que ir a comprar a un supermercado inexistente. 

 Necesitamos nuevas formas de liderazgo, necesitamos buenos líderes. Y sobre todo en la educación, necesitamos más profesores y maestros, más directores, con alma de enseñar y motivar. El que no quiera o el que reniegue de ser docente, el que no lo haga con amor y convicción, que no lo haga más. Que le deje el lugar a otro. 

 Los valores van a volver, si los vivimos, si cada uno de nosotros desde el lugar que le toca hace algo. Y si tenemos la oportunidad de ocupar un lugar importante, honrarlo con las responsabilidad de ser buenos propagadores de valores y predicar con el ejemplo.
 Yo creo que sí, que podemos lograrlo. Que somos muchos los que queremos cambiar. "A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar pero el mar sería menos si le faltara una gota". MADRE TERESA DE CALCUTA

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