19 de abril de 2008

ESCRITO EN EL SILENCIO

La noche.La casa. El silencio. Yo

A veces malo, a veces bueno. A veces nada, simplemente silencio. Muchas veces lo evito porque no quiero encontrarme, ni escuchar mi voz interior.

Silencio. Tictac del reloj, que me relaja o me tortura.

¡Silencio! ¡Llamate al silencio! ¡Por qué no te callás! ¡Callate la boca!

Silencio, para escuchar algo concreto. Silencio, inadmisible, bache de TV. Silencio paz interior. Silencio noche bajo la luna. Silencio de muerte, fin de las palabras, aliento extinguido.
Silencio de los que callan y otorgan, silencio de los inocentes, ¡si-len-cioooooo! de la maestra de segundo grado. Silencio de hospital, de velorio, de cementerio.

El minuto de silencio, respeto por alguien que se fue. Un minuto de silencio para .... que está muerto! E a E a E a E a E a E a E a ¡EH!, canta la hinchada. Silencio del Mundial que perdimos cuando... ¡estaba para ganarlo!
Silencio de los grandes cuando los chicos hacen preguntas inadecuadas. Silencio de domingo a la mañana. Silencio doloroso, el de la soledad. Silencio del amor perdido.

Necesito silencio... necesito mi espacio... Basta de silencio, me aburre...

Soy yo y el silencio o soy yo en el silencio. Tal vez lo esté rompiendo con estas palabras que escribo. Porque escribir es hablar por escrito.

Las historias, por más que las busque, llegan solas, como el amor. A veces de día, a veces de noche... a veces en silencio.

Fue el silencio el que vino y me dijo, Escribí esto... Me lo susurró al oído. Y no tuve otra opción, que hacerle caso.

Me trajo recuerdos, historias, músicas, voces... Y así como vino, se fue. Y quedamos, la Noche, La Casa y Yo.

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