19 de enero de 2018

REFLEXIÓN SOBRE EL PAPA FRANCISCO

Comparto mi humilde sentir y opinión sin intentar convencer a nadie

Yo soy católico, entonces rezo por el Papa y le deseo lo mejor siempre. Desde 2013 -cuando asumió- hasta hoy, comparto su forma de actuar, de mirar y de transformar. Vivo con mucha sorpresa y alegría cada gesto, cada palabra. Y eso me da esperanza. No por Francisco solamente, sino por todos los que creemos y tenemos fe.
Cuanto más leo o escucho sus palabras, más lo sigo y trato de comprender bien qué camino nos señala. Creo firmemente que todo lo que haga estará inspirado por Dios porque eso nos lo dice la Fe. Para entender al Papa hay que intentar ver más allá, saber un poco más para poder comprender. Y sobre todo tratar de dejar de lado una mirada parcial, ese "ombliguismo" del que padecemos a veces los argentinos. Señoras y señores, no somos el centro del mundo aunque queramos serlo muchas veces.
El Papa es un jefe espiritual del mundo y también es político; por esto nos cuesta comprender, por  que hay un doble rol en una misma persona. De mi parte, trato de entender, de ver más allá y de esperar. Pienso que si tenemos una mirada de fe sólo politizada no lograremos jamás comprender ni ver el todo.
Leí por ahí que su "luna de miel" en Argentina se terminó. A decir verdad, me resultaba extraño tanto fanatismo positivo para un Papa, tanto cariño; entonces pienso que esto que nos sucede ahora es algo normal.
Los argentinos somos así en todo, elevamos y crucificamos rápidamente, y esto lo aplicamos hoy a
Francisco, como si fuera un ídolo que ya va dejando de serlo. Hoy lo critican mucho y me quedo más tranquilo. Prefiero eso, antes que los primeros tiempos de fanatismo, en que cada cosa que él decía lo compartían en todos lados, pero luego no lo llevaban para nada a la práctica.
Prefiero críticas con argumentos, enojos sinceros, antes que un fanatismo vacío o una moda sin sentido o incoherente.
Un Papa está para afrontar todas las tormentas. Si es querido por la mayoría, mejor. Entonces rezo y rezamos por él para que le vaya bien. Hay muchos problemas importantes en nuestro país y en el mundo y no podemos quedarnos paralizados en “si viene o no viene a vernos”.
Los que somos católicos y queremos entenderlo, pensamos bien antes de criticarlo. Y  lo respetamos siempre, en su dimensión espiritual y política.
No me duele tanto la crítica del no creyente como la de los católicos. A veces no puedo creer las barbaridades que escucho salir de la boca de algunas personas “católicas”. Se puede no estar de acuerdo, pero de ahí a decir cualquier cosa, destruyendo sin saber o sin querer comprender, me deja atónito.
De mi parte, no me importa la foto con el personaje que Él haya recibido, porque me interesa más la película, el proceso, este todo transformador y esperanzador que intenta construir un mundo mejor y de paz.
Hay cambios trascendentes que está realizando Francisco a través de sus mensajes, ideas y hechos concretos. Yo estoy sumamente orgulloso de haber vivido y estar viviendo todo esto. Que alguien intente construir la paz en el mundo actual, me conmueve y me llena de esperanza.
Por eso rezo y quiero que le vaya bien y que siga teniendo toda la fuerza del Espíritu Santo para seguir cambiando la historia de todos.
¡Adelante Francisco! ¡A seguir construyendo puentes y derribando muros, llevando la paz al mundo! ¡Rezamos por vos!

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