8 de octubre de 2014

Juan Carlos Pisano: mi maestro y guía constante

Fuiste fundamental en mi vida. Tenía doce años cuando vi una dirección en la "Hojita de los Niños" y me animé a escribirte una carta. Nunca voy a olvidar el día que me respondiste. ¡Qué alegría inmensa! Me contestaste la carta y luego me llamaste por teléfono a mi casa. Corrí al teléfono. El corazón me latía muy fuerte por la sorpresa y la emoción. En aquella carta te mandé unas fábulas que me gustaban y te pregunté ¿qué se estudia para ser escritor? Y ahí empezó todo. Un niño preguntó, alguien sabio contestó y un sueño comenzó a crecer.

La era del e-mail nos volvió a juntar. Estaba terminando la secundaria y te consulté sobre la carrera a seguir.  Me preguntaste si todavía seguía escribiendo y me pediste que escriba pensando en los jóvenes. Y esos cuentos se unieron sin pensar y se transformaron en un libro, gracias a vos: «Cuentos jóvenes para jóvenes». Y mi vida cambió para siempre: un chico del interior, de 21 años, ¡hacía su sueño realidad! 

Yo te llamaba por el apellido. ¿Qué dice Pisano sobre esto? ¿Qué haría Pisano si estuviera en mi lugar? Cada duda era un mail para vos, para saber tu opinión y tu visión de las cosas. ¡Esperaba ansioso las respuestas! ¡Y llegaban! Supiste descubrir en mí las ganas de escribir. Supiste ser mi guía constante. No hablabas de más, tus palabras siempre eran las justas y necesarias. Nunca me diste fórmulas, siempre acompañaste lo que naciera en mi corazón. Esos son los verdaderos guías, los que ayudan a descubrir y a volar, sin imponer ni exigir.

Me dejaste compartir muchas cosas con vos y aprendí muchísimo. Te vi actuar, hacer magia, dar conferencias, hacer radio, hacer la hojita, contar cuentos en colegios, te vi recitar acompañado de música…  Me enseñaste que no se puede remar en contra de uno mismo. Tus últimas palabras hacia mí, serán un sello para el resto de mi vida: «no hay justificación posible para que un artista se venda a algo que lo aleje de su destino»

La partida de un guía es dura. Pero todo lo que me enseñaste nunca se borrará. Es una semilla que seguirá creciendo. Lo prometo. Sin duda, desde ahora y para siempre, me guiarás desde una estrella. Agradezco infinitamente a Dios por haberte puesto en mi camino.
Juan Carlos Pisano: escritor, comunicador, catequista, actor, mago ilusionista... ¡Buena persona! Una vida comprometida con una misión: comunicar valores. ¡GRACIAS POR TODO! Que brille para vos la luz que no tiene fin.
--------------------------------------------------------------------------------------------------

JUAN CARLOS PISANO, mi padrino en la escritura. A un mes de tu partida, todos te decimos y te seguiremos diciendo ¡GRACIAS POR TANTO!
Foto: 2005. Tomada el día en que viniste a San Nicolás junto a tu esposa María Inés Casalá, a presentar mi libro "Cuentos jóvenes para jóvenes". Aquel día comencé a caminar mi sueño. ¡Gracias para siempre! La memoria es el agradecimiento del corazón ¡Nunca te olvidaremos!


No hay comentarios: