¡Qué bueno estuvo! Se dice que los jóvenes -y más aún los adolescentes- "están perdidos", "están en cualquiera": ¡esa frase resignada y cómoda nunca me gustó!
Si los adultos nos brindamos, los alentamos, los guiamos, les mostramos caminos posibles, salen cosas maravillosas como las que compartí con ellos esa tarde. Si, queridos amigos: ¡hay jóvenes con ganas de hacer, con sueños y metas, jóvenes que leen, que escriben, que sueñan y que tienen ganas de expresarse! ¡Qué buena noticia! ¿no?
No es la visita de un escritor, les dije. Quiero que sea una reunión para hablar con ustedes sobre el valor de las palabras. Las palabras son un camino que todos transitamos, al escribir, al crear, al hablar, al publicar en una red social. Las palabras crean mundos posibles y algunos viven entre dos tapas, en los libros. ¡Qué bueno reunirnos en torno a esto y poder reflexionar y debatir!
La tarde transcurrió en la Biblioteca de la escuela y eso le aportó mucha más magia. La bibliotecaria Lili, le pone mucha dedicación a ese espacio y la Profe Daniela es un gran puente que me permitió llegar a ellos, acompañando y cediéndome su espacio de clase, con mucha libertad.
Hablamos de muchas cosas: de los sueños, del arte, de escribir, de libros, de mis cuentos, de comunicarnos cara a cara o virtualmente, de los autores que leemos. Fue un ida y vuelta sensacional a través del cual crecimos todos.
No perder nunca las ganas de soñar y la alegría es un gran desafío que tengo en mi vida. Salir al encuentro de los más jóvenes es reafirmar esto: recuperar la espontaneidad, la frescura, el valor de las cosas simples y las ganas de soñar. ¡Gracias a todos por recibirme!
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