Volver a ver a personas muy queridas, que en el pasado fueron una parte muy importante de mi vida, me llevó a un viaje que aún no para y esta noche seguiré transitando.
Todo lo compartido estaba guardado en un lugar del corazón y resucitó, hoy al volvernos a ver.
Ahora entiendo a muchos que deciden dejar atrás todo, sin querer ver más. Es una forma cobarde, pero una opción al fin.
Porque volver a ver a alguien es volver a vernos a nosotros mismos, a encontrarnos con ese que fuimos alguna vez. Es darnos cuenta y comparar lo mucho o lo poco que hay de ese que fuimos ayer, en el hoy.
Y ese viaje de sentimientos y recuerdos, desde el ayer hasta nuestro presente, es solo para valientes.
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