17 de enero. 7.35. Amanece
en Mar del Plata. David Guetta acaba de cerrar su gira por Sudamérica, Nothing
But the Beat. Fueron tres horas que me dejaron el corazón lleno de fuegos
artificiales. En el escenario montado sobre la arena, en una playa del sur
llamada La Caseta, el francés hizo delirar a todos con sus mezclas recorriendo
toda su historia en música.
Los pies se hundían
en la arena y los rostros se iluminaban por las luces proyectadas desde el
escenario. Fuimos bronceados por miles de pequeñas lucecitas provenientes de
las pantallas de leds. El calor de la muchedumbre en la arena se apagaba con
las ráfagas que soplaban desde el mar.
David lo gritó fuerte
en inglés: "Hola Mar del Plata, quiero que ésta sea la mejor noche de
nuestras vidas". Y los equipos se encendieron para que comenzara a sonar
la canción "Sweat”.
Ya está, ya agitamos
el cuerpo y agotamos los sentidos. Es hora de dejarnos caer en los brazos del
sol.
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