![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPBOtkNvCj9XA3BHjQ98fN7b0lmpzJpaxMz_y1IgHjARHAN1RuVwOy5r1N4oj3d7SzPa5BaMzq0g4GnF11RkzPUj5qq3EfYD7tnLtikTEEuoSyEZH-jVavXham5aW7miYIdZ09W8xvLRA/s320/LOGOferiaSN20099.jpg)
Este es el segundo año que se realiza en la Estación y en el recuerdo quedaron las ferias realizadas en la querida Escuela Normal. Como alumno y colaborador primero, y como escritor después, tengo la dicha de haber asistido a cada una de las ediciones de la feria, desde sus comienzos en el año 1996, cuando iba al 1er año de la secundaria.
Este año, estuvo mucho mejor organizada y cuidada en su estética y aumentó la cantidad de público que concurrió, sobre todo en los días domingos y lunes. También hubo mayor participación de artistas que empiezan a respetar esta nueva feria, como un nuevo espacio donde mostrar su arte.
La Feria, más allá de la discusión de si es una feria del libro o de la cultura, es un encuentro, y celebro que este año el encuentro haya sido mucho más masivo, y en ese lugar tan particular como la Estación. Fue un encuentro en donde el libro es el centro y las demás disciplinas giran en torno a él.
En mi caso, al pertenecer al barrio de la Estación, destaco con orgullo esta buena noticia: que hayan limpiado, arreglado, recuperado un lugar perdido y abandonado durante tantísimo tiempo.
Años atrás solía recorrer la vieja estación para recordar mis tiempos de infancia y me daba mucha, pero mucha tristeza tanto abandono. También un poco de bronca porque en otras localidades vecinas estaban recuperando las Estaciones de ferrocarril como Centros Culturales y nosotros seguíamos mirando hacia otro lado.
En tiempo de tanta mala noticia y confrontación, quiero decir que me gustó la feria y que aliento a que crezca cada año. Como siempre, hay cosas por mejorar, pero si sabemos escucharnos, la podemos mejorar entre todos.
A diferencia del año pasado, noté muy buena onda en la gente, y no tanta crítica destructiva.
Algunas de las cosas para mejorar, que salieron de mis charlas al pasar: - mayor difusión a través de afiches en las calles y en las escuelas. – lograr que los colegios vuelvan a la feria, porque hemos perdido la relación de los alumnos con los libros. - Un espacio más amplio para los libros, para que la gente pueda navegar mejor, y encontrarse verdaderamente con la lectura, con stands que inviten a leer.
A todos los que pasaron por el stand de San Pablo, va mi agradecimiento por tanto aliento, dándome energías para seguir adelante. A todos los que pasaron un ratito a charlar conmigo, los llevaré por siempre en el corazón.
Por supuesto, fui alumno del Normal y a veces extraño esa feria, tan masiva con espacios amplios donde cabía toda la cultura nicoleña. Pero quiero ser positivo y apostar a esta Feria pegada a las vías del ferrocarril.
No hay comentarios:
Publicar un comentario