Los
rayos de luz van acariciando el río y van invadiendo lentamente la pista de
baile, con toda esa gente linda unida por la fiesta, por la música y por las
ganas de liberar la fiebre de sábado por la noche.
Ya es
domingo. Y la fiebre se está despidiendo, aunque algunos la quieren seguir
extendiendo. Son los últimos minutos de pista bolichera, de música fuerte. Son
los primeros minutos del amanecer del domingo.
Poco a
poco, se termina la noche. Y poco a poco, estalla el verano. Algunas chicas,
las más top, ya andan exhibiendo sus bronceados anticipados y sus looks verano
2012. “Ella tiene un look, tiene un look, ella dibuja mi destino con rouge...”
Todos
bailamos algo y tomamos algo. O nos bailamos algo y nos tomamos todo. O nos
bailamos todo y nos tomamos todo. Fernéconcoca, yampánconespid, birra. Y se
encienden las chispas de los amores locos, así como también se encienden uno a
uno los cigarrillos. O cualquier cosa que sea posible de encender.
“I just
wanna make you Sweat”, dice David Guetta. “La mano arriba, cintura sola, da media
vuelta y danza kuduro”, dice otro, en una canción de moda. “Látigo, látigo,
ella quiere látigo”, recitan unos nuevos poetas, llamados Wachiturros, pero que
se dice así y gritando: GUA – CHI – TUUUU – RRRROOOOO.
En la
noche todo lo que uno puede imaginarse convive en la mayor armonía. Hay de todo
como en un lindo zoológico, pero con los animales sueltos. La armonía se logra
a través de la música. Aunque nunca falten los que la rompen, dándonos letra
para que al día siguiente podamos contar que
“no sabés!... hubo piña”.
Un
nuevo verano está por estrenarse. Todos celebramos esta noche.
Entre
las chicas que dan vueltas y bailan, -“y sólo deja que hable tu cuerpo” – hay
una que es la enviada, la elegida, la señal. Mueve sus cabellos rubios, los
mueve de un lado para el otro, y sabe, por supuesto que la estamos mirando.
Entre sus movimientos, nos deja ver un tatuaje: “Todo sucede por una razón”,
dice escrito sobre la espalda.
Y esa
frase me queda marcada, en la mente, como un sello. Esta noche es la razón de
vivir para los que vivimos el presente. Bailamos, soñamos, y vivimos por una
razón o por muchas, no sé. Todo sucede por una razón, y el tema es encontrar
esa razón ¿no? Y mientras la encontramos, seguimos dando vueltas, buscando. Y
eso está bueno, está lindo, tiene su adrenalina. Dar vueltas y buscar.
Estamos
en Rosario y es un Diciembre recién comenzado, según el dios almanaque. Faltan
como veinte días para que llegue, pero ya hay olor a verano. Y eso me encanta.
Me encanta. Repito: me encanta.
Esta
noche se termina. Sí, así, se termina. Porque ya está amaneciendo, porque es
hora de regresar.
Pero
por suerte existe esa bendición llamada imaginación. Y con ella, podrás
atreverte a escribir mucho más. Porque siempre hay mucho más en la noche. Y
porque siempre hay cosas, que no nos atrevemos a contar.